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toridad
que
ponía Dios en
su Igle–
.
·
sia , de modo , que mentir á Pe–
AB-. "· 3•4•
dro , era
mentir al Espiritu Santo;
9
•
y
quedareis enteramente persuadi...
dos de la eficacia del ·testimonio
del Espiritu Santo para co.nvencer
la incredulidad.
Tambien conviene reparar en
que
Dios
,
que quiso tolerar á los
Judios despues de la crucifixion de
su Hijo, resolvió, por fin, hacer res...
plandecer su jµsticia por un medio
espantoso ,
y
hasta entonces deseo•
nocido,luego que vió que continua–
ba en resistir aquel Pueblo ingrato
á
el
~estimonio
de los Apostoles, es..
to es , como se ha visto, del Espíri–
tu Santo , con tal contumacia ,
y
dureza, que no tiene igual : resolu–
cion que era figura del terrible cas–
tigo que reserva en los Infiernos
á
los que pequen contra el Espíritu
Santo, del modo,
y
con el exceso
que no quiere perdonar.
· Cuidemos , pues , de no incurrir
e-0
~emejarite
pecado. Damos
pri~c1..