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lo apellida amigo;
y
le dice:
Ami-Matth
.xxvr,.
go mio
,
i
á
qué has venido aquí
?
{
º·
xx
1
J.
i
Qué~
vendes
al Hijo del
hombre
4
~c.
con
un
beso?
Recibió el osculo .,
y
•
le dió el suyo. Pero por quanto ·se
endureció en medio de todas sus
gracias .,
lo abandonó
á
sí
mismo;
y
al mal espíritu , que lo poseía.,
y
Aél
á
su propia desesperacion :
ha ido
•
r •
2.
f•
d su
lugar,
corrto se dice en los
Aétos, al lugar que le estaba pre-
parado para padecer el justo
casti~
go de su peéadq : lu
at ,
que
él
mismo eligió, y que se
á
ia apro-
piado por su libre,
y
vo1untaria
depravacion.
Era necesar'io
,
que
se
cump!ie~
Aa.
t'.
1 '·
ra en
él
la Escritura
,
como dice
San
Pedro; porque Dios hace su
vow
Juntad aun con aquellos que se
le
oponen en quanto pueden ; pues
como dice San Agustín :
Hace
lo
que
quiere de
los
que
no hacen
io
que qujere
;
y
queriendo sub traer·
se al imperio de su verdad , recaen
en
él ,
sufriendo las leyes
de
su
ju~
N
i
ti-