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hago en
la
Eucharistfa , cuyo
fruto
es imprimir en la memoria vues–
tro nombre , con el animo de po–
ner
en él mi esperanza ,
y
confir~
marme en
él
por rnedio de la mor–
tificacion de mis sentidos. No hay
·en
esto dificultad ;
y
si
V
os os ·hu–
vierais explicado asi., no huvieran
hallado en vuestro Sermon aquella
dureza de que se quejan.
Y
o entien..–
do , pues , que quereis significar
otra cosa : que quereis decir, qué
es necesario ,
á
la verdad , acor–
darse. de vuestra muerte ; ·pero que
conviene tambien acordarse de ella;
como de un Sacrificio ofrecido por
nosotros : cuya carne debe ser co–
mida por la boca misma' como se
comia la de
la
antigua Pasqua,
y
la
cle otras .v1él:imas , que eran figura
vuestra ; para sernos una prenda–
cierta ,· de que por nosotros se ,ha
hecho este Sacrificio ,
é
imprimir
en nuestros corazones una memo-.
ria mas viva , y mas eficáz.
Y
o
lo
creo asi,
¡
Salvador mio!
Esta me-.
-- mo-