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cesario
entender figuradamente to•
das estas palabras :
¡
Qué grosero
es , dicen , todo aquel que prepára
otra cosa que la
fé ,
y
el espiritu,
para comer vuestra carne ,
y
vues–
tra sangre
!
O'igamos , pues , con
atencion
á
estos hombres tan es–
pirituales ,
y
tan elevados , que
miran con desdén vuestro humilde
rebaño , porqúe cree sencillamente
vuestras palabras , y no procura
torcer el sentido , ni la fuerza de
ellas para contentar
á
la razon.
Concededme, Señor, la gracia
de descubrir las vanas sutilezas,
y
lazos que arman
á
los ignorantes,
que al mismo tiempo son sober–
vios ; pues que llegan hasta el exce..
so de tenernos por verdaderosCa–
farnaítas , porque no queremos
creer con ellos , que el haver di–
cho, que
el espiritu es el que vi-–
vifica
;
es haver dicho , que no se
come vuestra carne, ni se bebe vues·
tra sangre sino con la
fé.
Tal es su
explicacion:
La carne
á
nada
apro·
ve-