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enseña interiormente ,
y
que os ha–
ce conocer vuestras necesidades ,
y
que en
J
esu-Christo está el verda–
dero medio de remediarlas. Comed,
bebed, vivid , sustentaos, conten–
taos , hartaos ; si sois
insaciables,
sedlo de él , de su verdad ,
y
de su
amor , porque la Sabiduría eterna
dice, hablando de sí misma:
Los que
Ecl.
xx1v.
me coman, se quedarán con hambre;
29.
y
los que me beban, aun tendrán sed.
Tambien acabamos de oír de subo-
ca:
El que bebiere del agua que ro
Joan.1v.14.
le diere
,
jamás tendrá sed.
Mas :
El
que venga á mí, nunca tendrá
vi.
14.
hambre;
y
el que crea en mí, nunca
t endrá sed.
No tendrá jamás ni
hambre, ni sed de otra cosa, que de
tní ;
pero tendrá una hambre,
y
una
sed insaciable de mí;
y
nunca dejará
de apetecerme. Al mismo tiempo
que tendrá hambre insaciable , se
verá harto ; porque tendrá la comi-
da,
y
la bebida en la boca.
Ríos de
Joan.vr•
3 8.
aJ!.ua viva saldrán
de
sus entrañas:
1v.14.
el agua, que
ro
le
daré, vendrá á
B
f
ser