'3~
'
La
primera' de
e$tas
dos verda–
des, se halla ,claramente enseñada
en aquellas palab~as tantas veces
repetidas:
ro he bajado del Cielo:
Joan.vt.32..
No Moysés, sino mi Padre, es quien
33•
os dá el verdadero Pan bajado (iel
Cielo; porque el Pa.n
de
Dios, es el
que descendió del Cielo
,
y el que
dá
3
s.
3
9.
vida al mundo. ·
Mas:
ro he bajari<1
del Cielo para hacer la voluntad
de
mi Padre
,
y resucitar todo lo que,
me ha dado.
Aun mas :
Este es el
'º'
P·
59•
Pan bajado del Cielo.
Aun todavia
mas :
ro soy el Pan bajado del Cie-–
lo.
Y
aun mas :·
Este
es
el Pan ba-
jado del Cielo.
. .
Hé aqui el fundamento de toda
la Dotlrina del Salvaqor . clarissi–
mamente explicada; que - es, q9e
ha bajado del Cielo ; es decir , que
ha encarnado ,
y
se ha heol10
HombPe.
Empero la segunda verdad;
que
es
necesario comer e:s:ta carne
p'aPá
tener parte en la vicj,a que contjefte;
no se halla menos ·e~plic,id~,
ni
m~
,.
nos