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Yá has experimentado tu flaqueza:
yá has conocido la gracia .,
y
la has
recibido : yá no tienes nada que te–
mer : todo lo puedes.
R~cojamonos un momento
en presencia de Dios : entremonos
dentro de nosotros mismos ., por
medio de un profundo conocimien–
to de nuestra miseria : confesemos,
que no podemos nada sin Jesu–
Christo : no nos fiemos de nuestro
ardor , de nuestro zelo , y de los
agradables raptos de piedad ., que
\
.
nos parecen smceros ,
y
que qm-
zás quizás lo serán ; pero no bas–
tante fuertes : no nos expongamos
voluntariamente á las tentaciones,
á
los peligros., y á las peligrosas
compañias del mundo : no bolva–
mos á decir : Yo haré : ·yo puedo;
porque eso fue lo que engañó
á
San
Pedro. Digamos., Señor, ayudad–
me: sostened mi flaqueza : dadme
fortaleza;
y
si es preciso decir., que
puedo, sea como decia S.Pablo:
ro
Philip.
1v.
lo puedo todo en quien me fortifica-_.
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