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tan augusto ,
y tan
precioso!
j
Quién tendrá el corazon tan duro.,
que viendo correr todavia de aquel
Caliz
sagrado la sangre de el Tes.:.
tamento con que han sido lava–
das nuestras culpas , no las abor-–
rez<;:a ,
y
arranque hasta sus meno–
r~s raíc_es, por la virtud de esta
sangre!
D.IALXIII.
i(.ta Misa es continuacion de
la
Cena de Jesu-Christo.
Ibid.
· REconozcamos , pues, ó Chris- ·
·
tianos . , que todas las gra–
das abundan en el Sacrificio de la
1\1is.a.
Jesus murió una vez,
y
no
ba podido ser ofrecido mas que una ··
sola vez en la Cruz ; pues .de otro .
modo,- fuera necesario 9ecir , que
1
la.virtud de su muerte havia sido ..
iµ1perfeél:a :'" pero lo que ha hecho ,
u_na vez
de_
esa sy~{t~_,. que
eni
ofre~.J
·~
cer-