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mos, pues, del mismo modo, que
este Caliz es tambien derramado
por nosotros ; á saber , que la san–
gre que contiene, no solamente fue
derramada por ·nosotros en la Cruz,
sino que en tanto que está en el
Caliz , se derrama por nuestra sa–
lud,
y
es una oblacion verdadera.
Dérnos gracias á Jesu-Christo,
que
nos ha explicado de tantos mo–
dos ,
y
tan claramente el Sacrificio
que continúa ofreciendo por noso–
tros en la Eucharistía. Veamos cor–
rer todavia por nosotros la sangre
de la redencion realmente·como en
la Cruz , aunque de otro modo
muy distinto. Puede hacer todo
quanto ha dicho : su sangre está .
a'quí : el Caliz está lleno de ella:
todos los dias se derrama por no–
sotros ; y esta es la sangre con que
fue
escrito el Testamento de vues- ·
tró Padre.
¿
Y
qué Testamento es
este sino aquel de 'quien dijo el Pro-
feta:
Este es el Testamento que yo
~erem.xxx r•
haré con ellos
:
pondrémi ley en sus
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