to·t
viva,
y
eternamente'
y
sin
obscu~
ridad. Hé aqui el fruto , la verdad,
y
el complemento del misterio de
la
Eucharistía.
D IA
L.
La
Eucharistía es la
fortaleza
del
Alma
,
y
del Cuerpo.
P
Ero direis:
i
qué necesidad hay
de tener
á
Jesu-Christo en su
mismo cuerpo
?
Mejor direis:
i
qué
necesidad hay de tener el cuerpo
de
Jesu-Christo real,
y
sustancialmen–
te
?
de poseer la carne de su sacrificio
cruento
?
y de lograr en su preciosa
sangre un testimonio infalible del
perdon de los pecados; y de que po-.
demos unirnos
á
J
esu-Christo, como
una casta Esposa á su Esposo ama~
do
?
y en esta calidad , que tenemos
poder sobre su cuerpo para gozar
al
mismo tiempo de su alma.
Y
para
hablar- .del
cuerpo
enr
par--