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aquellos que no quieren comprehen~
der que
hay
quien recibe este Cuer–
po sin ·discernirlo : quien lo recibe,
profanandolo: y quien se hace delin–
'qüente si lo recibe·sin la disposicioil
debida.
i
Pero á ·caso ·, porque los
hombres puedan recibir mal taq gran
dón,
será menos de lo que es?
_
La palabra de Dios es por sí mis–
ma
una luz que ilumina al hombre:
que lo purifica : que lo sustenta ;
·y
en la que tiene su salud,
y
·su vida.
2,Pero por ventura , se opone esto
'á
que ella ofusque·, ciegue· ,
y
-~ea
i.
Cor.
11.
olor de vida
-par·a unos,
y
olor ·de
r
6.
111.
6.
muerte
para otros,
-y
una letra que
mata ··1
El que los hombres abu-
sen de ella por su mala disposicion,
no impide que sea buena en sí; ni
le quita la virtud que trae consigo
de
la boca de Dios , de donde sale.
Asi el cuerpo de Jesus , asi
su ·
san-
gre,no dejan de ser espíritu,
y
vida,
aunque
no lo sean para los que lo
réciben mal.
Los que crey eren,
y
Marc. xv
I.
$e bautizaren, se salvarán:
¿
quién
15_.
2.6.
lo