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D
I A
XI
l.
Cara
Oler
tle
humillacion,
y
de muerte
en el
T1·iunfo
de Jesus.
Su
alma
pa–
-
dece
turbaciones
para nuestra
ins-.
truccion
,y
i·emedio.
Ibi.
'1-7·
28.
E
N la Entrada
triunfante de
Je·
sus se vé el caraéter de
hu–
m1llacion ,
y
sufrimiento.
Mi alma
-eJta
turbada
(dice el Señor)
ya
ba
llegado
la hora
en que
va
4
ser glori..
ficado el Hijo de:l
hombre.
He aqui
su
turbacion,
y
su gloria
juntas ,
su
exaltacion ,
y
su suplicio unidos.
Este suplicio havia de ser tan ri–
guroso , ·Y tan lleno
de
oprobio,
qne
el
mismo dixo viendolo
ye}
cerca:
Mi
Al~a
esta
turbada.
Este
fue el principio de su agonía,
a.que--
. tia arnarguisima agonía,
que
ha·
vía de
sufr-ir
en
el Huerto : de
aqttel
combate
interior , en que
ha~