·30S-
Matt.
x.
39·
1J
su
alma
la pierde :
quien pierde
á
39·
yC.
xv
I •
s.u alrnti
/tJ
halla
:
quien solicfta,
y
j-.xxv.
busca salvar
d
su alma
,
liJ perder/:
Lue.
XVI 1.
.
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necesarz9 para ser
mz
zsczpu
o
,
a
or
recerlo todo, padre
,
madre
,
betma
no
,
y
hermana,
mt:Jger
,
hijos,
y
aun
Id.
XIV•
26.
su propia
alma.
.
Comprehendamos
la verdadera
significacion de aquella palabra
abot·
Yecer.
Si las cosas
terrenas
fueran
solan1ente viles,
y
de ningun pre–
cio,
bastaria
menospreciarlas :
si
fueran
solamente
inutiles, bastari,
dexarlas :
si
con efeéto
basta a
el
que las
pospusiera1nos
al
Salvador
se huviera contentado con decir:
El
'
'
'
Matt.
x.
37 •
que ama
a
esttis cosas rnas que
a
mz,
no es
digno
de ·mí.
Pero para en e
ñarnos , que nos son
perjudiciales,
y
nocivas , se
sirve
de la
palabr~
ahorrecer.
Y
por
tanto
debemo
aborrecer,
y
detestar todo
quanto
puede oponerse a nuestra salva-
.
c1on.
Comprehendamos
tambien .
e
-.
va-