Joan.
23.,
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manda que
pidamos ;
es pedir
su
gloria;
es interpone_r el
nombre del
Salvador-;
es: poner la
confianza
en su .bondad ,
y
en los meritos de
su Sangre.
. .
Y
asilo que se
pida
por
Jesu–
Christo
ha de
conducir
principal–
mente para
la
salvacion ;.
esta
ha
de
ser el objeto·
primero de nuestras
súplicas : todo lo
demas
se
debe
mirar
com·o
accesorio. Pidiendo en
nombre
de Jesu-Christo,
a
quien
_ no puede-
,negar
nada
el
Padre
Eterno ,.estamos
ciertamente
segu–
ros de
conseguir
lo
que pedim:os:
porqne _ Jesu~Christo
lo ha
pro1ne.
_tido;
y
dudar
de
esta
verdad
serla
sacar
a
Jesu.-Christo por embuste–
ro.
En verdad
,
en verdad' os digo,
XVltt
'i"e si le pidiereis algo
a
mi Padr
en
mi nombre'
el
os lo
dara.
Si no
consegui·mos
lo que pe–
dimos. de
este modo , tengamos
por
seguro,
que
hemos
pedido
mal , segun
aquellas
palabras d .
antiagQ :
Vosotros pcdis,
y
no Jo..
1
.
graz s-,