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no
para mí esta voz,
sino
para voso–
tros. Ahora es el juicio del mundo:
ahora sera ·echado fuera
e.l
Principe de
este
mundo. Y yo
si fuere levantado
de
la
tierra atraeré
á
mí todas !as cos·a.s.
P ero esto ·Jo decia para dát
a
enten–
der de qué muerte habia de_
morir-~
Respondióle el
Pueblo :
Nosotros
he·
mos oído de la
Ley ,
que el Christo ·
permanece eternamente.
i,Cómo, pues,
dices
tú ,,
conviene
que
el
Hijo
del
Hombre sea levantado
1
i
Quién es
ese
Hijo
del
Hombre
i
Respondióles
J
esus:
Aún está con vosotros la luz un po–
co
de
tiempo.
Andad mientras
teneis
luz, para qt.1e
110
os sorprendan las
ti–
nieblas.
Porque
el
que anda en tinie–
blas no sabe dónde vá. Mientras teneis
la luz ., creed en
la
luz'
para
qüe
seais
hijos
de
la
luz. Habiendo ·
J
esus
habla–
do
estas
cosas, se
retiró ,
y
se
escondió
de ellos. Mas
habiendo hecho
tantos
milagros delante de ellos , no creían en
él ,
para
que se
cumplieran las
palabras
que dixo
el
Profeta Isaías.
Señor,
iquién
creyó
nuestra palabra
1
i
y
á
quién
_fue
re-