I
!,.
~1es,
el qne recuerde los grande acontecimientos del
siglo pasado y presente q11e han tenido por oLgeto prin–
cipal el cambi.o de los gobiernos, habrá observado que
los hombres han buscado siempr e el pavo roso silencio,
y
obscuridad de la noche para dar princip io á la reve–
lmúones meditadas: ora
porqu~
se ha creído que es mas
fácil hacer una sorpresa cuando todos se entregan al
descanso sin recelo, ora porque la mism9.
obscuridad
favorece la fuga en caso de malograrse la empresa, ora
tambien porque esta misma falta de luz, el silencio,
y
la soledad dan mas audacia al que intenta sorprender,
é imponen mas al sorprendido , que se encL1entra co.
mo desampa1"
a.doen medio de un desierto. Pero estas
mismas reflexiones que no se escapan á la pen,
etrac.i.on"' de
los gobiernos h n contribuido
sobr~m::rnerct
á
que.seredoble de noche la vigilancia en razon 9'.el m:1yor pe–
ligro que hay de ser atacado con ven taja ,
y
he aqu[
l~
cau ·a porque
suele~
salir mal tantas t entativas. Los que
dirigían el plan de la Coruüa
(*)
advirtieron felizmente
estos inconvenientes , conocieron que debían seguir un
'· rumbo en teramente opues to, singular tal vez en
la
bis::. ·
toria,
y
quisieron
~ar
á su empr esa aquel aspec to
d e justicia ele que se halla revestida ,
y
que ]a hace tan
interesante , presen tándose faz á
fa z,;
no á
sorpren~er
traidoramen te al Gobierno por ambicion
ó
e píri tu el.e .
veuganza, sinG á r eclamar.por el único medio que nos
quedaba los derechos infomemente usurpados
á
la Na- ·
~ion
entera. Por esto convjnieron que la hora·del rom-: ·
("'') l\luchos
y
mny dignos de nombia rse son
103
O.ficiale.s, Sar-
• g t{nto3 ,
y
paysanos qne estaban en el proyecto,
y
qne .t ral•ajaron
antes del
2 1
de F ebrero : mas
110
hab iendo pod ido
adqu~i r
una
.lis–
ta exacta de todos; temeroso
d e
agravi ar
á
algunos con nn in vo-:–
l nntario sil encio
d e
sn.s non1 bres
1
m tl
ha
p a re~i do
con veniente, des·
pues
da
cons ul tar
á
sugetos lleno.; de juicio
é
imparciales, no
in–
sertar l ista alguna.