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p'ttes
sin
querer
valetse de ningun instrumento , sDlamen–
te con sus manos apartaron con mucho cuidado la tier–
i'a que cubria
á
Acevedo, demostrando así el respeto con
que le miraban.
l.¡e
sa·can ileso, incorrnpto,
y
tan flexible como si ac:1-:–
hase de espi!'.'ar en aquel momento, sin embargo que
hacia
26
dias
que
estaba enter rado ; siendo lo mas
pro–
di gioso que se veía
salir
la sangre de la herida tan viva
y
encarnada ·como si realmente su cuerpo estuviese· ani–
mado.
De Padornelo
fué
trasladado
á
Orense donde se em–
hal amó el cadáver,
y
se le hicieron los honores fúne:–
hres con todas las demost raciones posibles cle verda–
clerp sentimiento , recompensando algun tanto la frial–
dad, con que, por un efecto de las críticas circunstan–
•cias en que se vió aquel Pueblo , se le r ecibió cuando
pasó vivo por alli el dia
4
de Marzo. (*)
Tambien en Santiago se esmeraron en la pompa
fú–
nebre, de
mó~o
que, por una desgracia harto comun
en este mundo, Acevedo que en lo primeros dias de
Marzo era mirado en todos esos pueblos (generalmente
lrnblando) como un traydor al Rey, como un hombre
turbulento, enemigo de la Religion,
y
de .· quien huían
las gentes inc:mtas
ó
perversas, era llevado pocos dias
despue en triunfo,
y
le reGonocian como
el
salvador
ele la Patria.
La Corw1a oía con placer
y
noble emulacion todo
cuanto se r efería
á
honrar
á
su hérne Acevedo,
y
an ia–
ha que ll gase prontamente su vez Ja ra esceder
á
todos
en la pompa
fun~ral,
y
en los <l emas acto religiosos.
Sábese por fin que el caclá er se hallaba
á
do leguas
y
media de esta Ciudad, depositado en la Capilla de la
c~~a
de c'ampo del Conde de Priegue,
y
pa a
á·
escol.,.
(~)
Suplemento al Diario de l¡i Coruña del
.t
!)
de Abril.
'
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