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99

ele Granada,

estaba formacla\1en el camino r eal por don-

de d.ebia entrar la columna volante ·ae la Pntria. Luego

que se vieron, los que habian salido

á

recibir

á

sus Gom–

palieros de armas gritaron llenos del mas vivo entusias–

mo

fi

licitándoles como

á

libertador es ele la Patria,

y.

destructores del despo tismo.

Fl

26

se pasó r evista. general

á

las tropas por el Co- ,

.

.

E l dia 5 se supo 11ue las partidas

y

el r eg imiento de Mondoíiedo,

con algq.nos del alto clero, entre estos uno qu e h oy es Consejero de

E stado, habían salido d e di cha cictlad con ánimo de unirse al con–

de ele S. Roman. El Consejero varió de direccion , y el Obispo se ·

fn'é

á

Asturias. Cuatro cauoni gos d e Lugo, que no abandonaron su

IgJesia, los 'superiores de los Conventos, y el cura d e S . p.,Jro se pre-

1

sentaron al Comandante general. Varios estudiantes quisi ero n tomar

p artido á favor de l a Nacion,

y

se l es dió pasa porte para Santiago.

El

7 llegaron och enta h ombres del reg imi ento de Burgos ; se pu–

blicó un bando para que en el término de 24 ho.ras ¡e presentasen

l os que se- h abían

au~entado,

'partí

ularm~nte

los individuos d el

.Ay-untamiento. Se despa bó un 'ageto d e confianza con u n oficio de

l a Junta

á

D . Juan .de Murias C ornnel d e Mondoñedo para qu e to–

m ase el partido ele la Nacion, pero no se dignó contestar

á

su con–

t enido.

· ;El 8 ee eli gió nuevo Ayuntamiento d es1iues de lrnstantes contes–

taciones.

El

Capitan D. Pedro Juan Hidalgo

~al ió

con l a quinta com–

pañia de Marina pa1·a Mondoñedo

á

prestar auxilio á aquel Ay unta–

miento, cuy as disposiciones encontraban deutasi ad a oposi cion en el.

espírit-u público de aquella ciudad. Luego que llego d ioha compa- 1

iiía

se publicó la Constitucion ,

y

se tomó el j uramen to

á

todas las

qorpóraciones civiles, militares

y

ecl esiásticas.

En los dias io

y

lI

juraron en Lugo los empleados públi cos ,

y

l os eclesiásticos, menos los señores Canónigos. El dia

1

:1.

se di sponía

l a Serue á pasar con su columna

á

Castilla, pero felizmen te llegó el

<l ecreto d el Rey con el correo: mandó un posta con la noticia

á

la

Junta,

y

suspendió el movimiento. El r3 se h izo saber una nu eva

tah imeo1'tante á toda l a provi nci a. Al dia sigui.ente ll ego grnn par–

te del batallon d e Gra nada con dos pi zas

dti

artill<>ría ,

y

s~

fué

es–

tableciendo Pl nuevo sistema en todo el territor io. Cantósc el

Te-Daum,.

y

hui.Jo

i1uminacion g neral. El 16 se incorpora.ron

J

40

hoU1bres .d e

Bur~os

mandados p or el Ca pilan M.etzger;

y

{1ltimament0 e"l

:¡ ,

como

qu eda d'icho, llegó con l as dos primera• columnas el Comandan e .

~eneral

D.

Carlos Esp inosa.