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no podia mandar ni ser obedecide · tJnta insolenoi::l
para atrever e
á
decir
á
unas tropai, que Je habían per–
-seguido hasta Benavente con las arnms en una mano
y
la Constitucion en otra, que jnrasen el sagrado Código,
que tan to había ultrajado d e de el
22
d e Febrero.
Pasóse el dia 14 si n novedad particular: el
i
5· e pi–
d ieron raciones para la tropa
á
la Puebla de
anabria.
Súpose que el Gobernador
y
el Ayuntamiento habían
consultado
á
Pol si deberian cfarlas; por-cuyo motivo
y
por dar mas comodidad
á
lo
soldados
y
Oficiales deter–
m inó el Co:n anclante ge neral Lra<;ladar su cuartel general
el dia
16
á
aq11e
1,t
ciudad, para lo cual se dieron las cor.-
respoocliente
ó
dene de marcha.
.
Se rian Lis once de
la
maüa
na del
1
7 cuando la prime–
r a di visio11 entró en la P uebla ele Sanabria . El Goher11a–
d r e pre entó por la tarde al Cotn ndante general á vi–
sita rle
y
ofreeérse le , no como Gobernador si no Cflmo
par tim,ilar. Contestóle Espinosa, que él tambien· se
fü
ofrecía como particular para ser vi rle; pero como Coman–
dan te general de las tropas nacionale
le mandaba que
foese arrestado
á
su e.isa, sin perjuicio de las providen·
cias á que hubiese daclo lugar su procedimiento. La se·
gunda division permaneció en Pedralva. Aquella noche se
recibió órden de la Junta de los puntos que debian ocu·
par ambas divisiones.
·
El
18 á
las ocho de la maiíana se puso en movim1en·
to la primera divisi on; sobre la marcha e reunió
á
ella la
segnnda,
y
durmieron en Lubian. ·
l llega r al otro dia á
Ja Cauda el B.üallon de Vitoria tomó el camino de Oren–
se , el Capitan Echaluce con u tfopa de Ca tilla, el de
Santiago,
y
los d emas cuerpos sobre .la dereeha el que
conduce
á
Lugo.
Hahiéndo e sabido que. el Regimiento provincial de
esLe nombre babia dejado cerca de allí una gran por·
cio11 de _vestuarios
y
otros enseres al cargo ele un Oti-"