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" Otra de las causas que han hecho trabajosa mi administracion, ha sido la
deficiencia de recursos que siempre se me dieron, aun para el pago de presu–
puestos ordinarios. De ahi resuita la nece idad de consumir las rentas con mu–
cha anticipacion,
soportando los enormes descuentos que
estas operacione s
cuestan. Cuando mas
tarde vinieron las fuertes
erogaciones
que impone la
guerra y tuve que hacer frente á
todas sus necesidades, tomando cuanto era
preciso á los precios que querian imponerme, ya que no poclia garantir como
ni cuando podria pagarles.
" Tal situacion vierte mucho descrédito
y
desconsideracion
sobre el Go –
bierno,
y
es en estremo perjudicial al Tesoro Público.
" Al dejar la Presidencia, quisiera hacer mas llevadero para mi sucesor, en
bien del ¡:.ais, el puesto espinoso que dejo, ya que no podrá suponerse que
un interés propio me guia, y si la desgraciada esperiencia que he adquirido .
" Al iniciar mi :llarcba administrativa, lijé mi atencion en la
conveniencia
primordial que tenia la República de afirmar el crédito de sus deudas consoli–
dadas,
no tanto para no acumular á otras ruinas que entonces se produjeron,
las ruinas del capital,
en deudas colocado,
cuanto para cimentar
en ella la
confianza y difundirla en el estrangero. Ni ogun
sacrificio me
pareció supe–
rior á la importancia del objeto; que se llenó cumplidamente con la colocacion
del empréstito en Londres.
'' De hoy mas, de nosotros pende que ese crédito se cimiente y suba á la
par de los mejores apreciados, para que haya en él la fuente que impulse con
rapidez tantas mejoras de que carecemos, acelerando asi los progresos y la ri–
queza de
nuestro suelo privilegiado, y el rápido aumento
y
bien estar de rns
habitantes.
" Por lo que mira
al
goce de las libertades públicas que es la primera as·
piracion de las naciones basadas en
la democracia, creo que todas hao sido
respetadas basta en sus escesos; y que no ofrecerán ya un peligro para el por·
venir, máxime si la certidumbre de poderlas usar
como es natural,
templa y
regulariza sus manifestaciones.
" Crei tambien, que era conveniente acostumbrar al pai , una vez por todas,
para embotarlo, á e a libre y apasionada. apreciacion de la prensa sobre sus hombres
é intereses, que tuvo siempre el poder de lanzarnos á las armas.
Ga tad? y sin
fuerza en Ja opinion como empieza á estar, llegará en breve el dia en que la
verdad
y
la discu ion templada le será im ue ta al
periodi~mo
para conservar
su influencia.
" Las cue tienes de crédito y hacienda,
tan vitales para el bien de la
patria, nunca se resolvieron con la fria meditacion
y
cálculos, que ellos de·
manda, ejerciendo la prensa una presion, poco compatible con el acierto.
'' Empezó en la discusion de los intereses políticos, descendiendo constan–
temente
á
la personalidad mas ultrajante, con el deliberado propósito de que·
brar
y
anular
:í
cuan to hombre babia alcanzado por sus servicios una posicion
respetable.
" Ella, con el e tigma acerbo con que trató
sin trégua
al
Gobierno
y
á
cuanto hombre le rodeaba,
dió elementos de ser
á
la
rebelión, que, en sus