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E:mno. Sr. Dr. D. Cárlos
Ti:,iedor-Particular.
• Mi estimado señor:-Envio á Vd. mi nota de aceptacion, que espero lo
satisfará plenamente.
• He retardado esa nota porgue á pesar de que se ceñia á mis instruccio–
nes, quise que el Presidente y sus Miaigtros conociesen previamente mi redac–
cion, y con ese objeto envié el borrador á Montevideo. Me lo han devuelto
sin alterar una sola palabra y aprobándolo completamente.
• Así, ya no queda nada mio;
lo que Vd. recibe, es,
tanto en el fondo
como en la forma, la espresion fidelísima del pensamiento del Gobierno.
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Ya no se puede abrigar duda alguna sobre la sinceridad con que el Ge.
neral Batlle desea concluir su Gobierno entre
las bendiciones de
la paz y
trasmitir el poder á un ciudadano cuya eleccion sea el resultado de la volun.
tad del país, sinceramente consultado.
• Desde que el General Batlle ha entrado en ese camino,
su interés, su
gloria, su honor están vinculados á la libertad de la eleccion que va á presidir.
• Esta es la mejor garantia; pero puesto que la revolucion quiere, ademas,
la garantia moral del Gobierno Argentino,
el
Sr. Batlle tambien le facilita e1
medio de que la tenga.
• Esas garantias sustituyen ventajosamen te á las que la revolucion buscaba
en un Gobierno mixto.
• El Gobierno mixto era la lucha en el seno del Gobierno mismo.
• La accion del Gobierno actual, uniformada en el pensamiento de la paz
y
comprometida en esta santa obra, tendrá unidad y eficacia- podrá reprimir
y
podrá protejer.
La del Gobierno mixto, seria incierta, contradictoria, anár–
quica, y, por consecuencia, ineficaz; ni podría reprimir, ni podria protejer,
• Me parece que la idea de un Gobierno mixto está muerta para los mis–
mos que aun hoy la recuerdan, s.in duda como simple espediente de negocia–
cion para llegar á otra combinacion de que Vd. ya debe haberse apercibido.
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Estamos en un momento en que debe hablarse muy claro y lealmente si
'iueremos llevar
á
buen término nuestra buena obra.
• Conociendo la prueba de confianza que recibo de
la parte moderada del
único partido á que he pertenecido cuando era hombre de partido, y confian–
do por su parte en mi
imparcialidad y en mi buena fé,
algunos hombres
principales del Partido Blanco, cediendo del Gobierno mixto buscan un térmi–
no medio que consistida en que yo sustituyera como Ministro único del se–
il.orGeneral Batlle
á
los Ministros mismos.
. • Es natural que algunos otros adhieran
á
ese pensamiento, en presencia de
la atroz injusticia con que soy tratado por la prensa estrema de Montevideo.
• Pero, ademas que. esa pretension seria con traria
á
las ba es fundamentales
de la negociaciou, de que yo aun elegido libremente por el
r. Batlle, no ten–
dría, al menos en el actual momento, la fuerza del Ministerio existente, y de
lo que habtia de mortificante para mi en una propuesta como la que se intenta
:h.acer, debo rogará V.
E.
me permita con ignar en esta carta lo que ya he tenido
Qcasion de indicarle desde que principiamos
á
conversar sobre estos negocios,-