Parábola
S. LUCAS 8
del sembrador
lla~aba a~ag4alena,
de _la cual
a
J'Jts~7.
16 Ninguno bque enciende la an–
habxan sahdo sxete demoruos,
M~.
1
5.
4
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torcha la cubre con vasija, ó la
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otras muchas que le servían de sus
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cv.
2 4. 1 0.
los que entran vean la luz.
haciendas.
17 Porque no hay cosa oculta,
4 Y
dcomo
se juntó una grande
,¡
Mt.
13.
cque no haya de ser manifestada;
compañia, y los que estaban en
~-u.
14 ·
ni
cosa escondida, que no haya de
cada ciudad vinieron á él, dijo por
i!.~z~·
ser entendida, y de venir á luz.
una parábola:
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18 Mirad pues cómo oís; 'porque
b~a~n~uqus~!!~!~b;, ~~~b~as:~: ~~~:\}.~z. ~a~~~l~u~r~ui~~i~~~e~:~ l~os~~~
una parte cayó junto al camino, y
24
•
25
·
viere, aun lo que parece tener le
fué hollada; y las aves del cielo la
será quitado.
comieron.
6
Y
otra parte cayó sobre la
o
Mt.
12.
19
oy
vinieron á él su madre y
piedra; y nacida, se secó, porque
1~~sg·
hermanos; y no podían llegar
á
él
no tenía humedad.
31-:ss:
por causa de la multitud.
7
Y
otra parte cayó entre las
20
Y
le fué dado aviso, diciendo:
espinas; y naciendo las espinas
Tu madre y tus hermanos están
juntamente, la ahogaron.
fuera, que quieren verte.
8 Y otra parte cayó en buena
21 El entonces respondiendo, les
tierra, y cuando fué nacida, llevó
dijo: Mi madre y mis hermanos
fruto á ciento por uno. Diciendo
''e¡).
11. 28.
son los hque oyen la palabra de
estas cosas, clamaba: El que tiene
Dios, y la ejecutan.
oídos para oir, oiga.
9
Y
sus discípulos le preguntaron, ;
·~!t.
8.
•s. 22
Y
iaconteció un día
que
él
diciendo, qué era esta parábola.
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3
6-
entró en un barco con sus discí-
10 Y él dijo: A vos'otros es dado s.
11.
pulos, y les dijo: Pasemos
á
la
conocer los misterios del reino de
i
ev.
5. 1. 2.
otra parte del 'lago.
Y
partieron.
Dios; mas á los otros por pará-
23 Pero mientras ellos navega–
bolas,
k
para que viendo no vean,
y
k
Is.
a.
9.
ban, él se durmió.
Y
sobrevino una
oyendo no entiendan.
tempestad de viento en el lago;
'y
11 Es pues Lésta la parábola: La
1
Mt.
13.
henchían
de
agua,
y peligraban.
simiente es la palabra de Dios.
~';
2
,f-
24 Y
llegándose á él, le desper-
12
Y
los de junto al camino, éstos
t3-2o'.
taron, diciendo: ¡Maestro, Maes-
son los que oyen; y luego viene el
tro, que perecemos!
Y
desper-
diablo,
y
quita la palabra de su co-
tado él, increpó al viento y á la
razón, porque no crean
y
se salven.
tempestad del agua; y cesaron,
y
13
Y
los de sobre la piedra,
son
fué hecha bonanza.
los que, habiendo oído, reciben la
25
Y
les dijo: ¿Qué' es de vuestra
palabra con gozo; mas éstos flO
fe?
Y
atemorizados, se maravilla-
tienen raíces; que
á
tiempo creen,
ban, diciendo los unos á los otros:
y en el tiempo de la tentación se
¿Quién es éste, que aun á los
apartan.
vientos
y
al agua manda, y le
14 Y
la que cayó entre las espinas,
obedecen?
éstos son los que oyeron; mas yén-
m
ver.
37.
26 y navegaron
má
la tierra de los
dose, son ahogados de los cuidados
i\h.
5
· L
Gadarenos, que está delante de
y de las riquezas
y
de los pasa-
Galilea.
tiempos de la vida, y no llevan
27
Y
saliendo él
á
tierra, le vino
fruto.
n
Mt.s. 28.
al encuentro de la ciudad
71 Un
15 Mas la que en buena tierra,
hombre que tenía demonios
ya
de
éstos son los que con corazón
mucho tiempo;
y
no vestía vestido,
bueno
y
recto retienen la palabra
oMt.24. l3.
ni
estaba en casa, sino por los
oída, y llevan fruto
0
en paciencia.
§~~.
1
2.' ~~-
sepulcros. _
14