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en 1543".
Personas que se han pronunciado por las fechas de los años 154 L
1542 y 15 43 , impugnando la fundación de Pedro Barroso de 1540,
alegan como fundamento que entonces no se hizo la distribución de
solares, aunque hubier·a habido delineamiento de calles, y, que el tí–
tulo d e ciudad no fu é conferido a Huánuco durante su cargo de Te–
niente Gobernador.
Estos fund amentos que no están históricamente comprobados, ca–
recen de eficiencia . En la misma capital de la Nueva Castilla o Ciudad
de los R eyes, la repartición de sola res no terminó el diez y ocho de
enero de mil quinientos tre:!nticinco, fecha de la fundación. sino que
se continuó en otras dos fechas, el cinco de marzo de 15 7 ·1
y
veinte
y
cuatro de mayo de 1 59 1. a los treintiseis
y
cincuentiseis años, res–
p~ctivamente,
de que fué fundada Lima. El título d e ciudad, villa, pue–
blo, corregimiento o cualquier
~tro,
se otorgaba posteriormente a la
fundación
y,
en ningún caso, su aplazamiento frecue nte por las contin–
gencias eje la época, podría surtir el efecto de a nular el hecho concre–
to de la fundación verificada con sujeción a las leyes
y
orde~anzas
vigentes.
Además d e esto, la esta da de Barroso, Espinoza, Cabrera de que
nos hemos ocupado
y
!a d e "'los compañeros que éste juntaba en Huá–
nuco para huirse al lado d el Rey". según el decreto d e muerte dic–
tado po r el a lm agrista García de A lvarado. está probando que en los
días d e Pedro Barroso, Huánuco estaba poblado coionialmente, con
casas residenc iales y solares o parcelas para los menester'es de la sub–
sistencia diaria.
Otros aceptan que Pedro Barroso fué el fundador de H uánuco
pero no e n agosto de mil quinientos cuaren ta, sino en otras fechas de
mil quinientos cuarenta
y
uno. Estas opiniones quedan d esvirtuadas
si se tiene en cuenta, que muerto e l Gobernador Francisco 'Pizarra en
veinte y seis de junio d e mil quinientos c uarenta y uno, Barroso que
fué nombrado por ·él con el cargo de
T~niente
Gobernador y era des–
tacado elem e nto d e su política, se v ió en la necesidad de a usentarse
de Huánuco, renunc iand? como lo hizo el T e niente Gobernador
d ~
Huarnanga Basca de Guevara en julio del m ismo año, transcurrido un
mes de la muerte de .Pizarro. La estada de Barroso posteriormente
a esta mue'rte, lo ponía en peligro de correr la misma Suerte de su com–
pañero Alonso de Cabrera.
,
Radicado Barroso en Huánuco, obtuvo de Francisc o P izarro "mu–
chas m ercedes" para Arequipa, dond e vuelve a aparecer, actuando
nu~vamente c~mo
funcionario de la ·Corona, algunos años después de