La plaza de la capital Apolo, en un día de fiesta cívica.
Una concentración cívica en la plaza de Apolo.
ve en parte de límite entre las provmc1as
de Caupolicán e lturralde".
"Con excepción de la serranía de
Altun–
cama,
que es mansa
y
extendida, todas las
demás son escarpadas;
y,
conforme se apro–
xima a la cordillera nevada, se convierten
en pendientes rápidas, paredones perpen–
diculares, de crestas agudas. Hacia el
E.
de la provincia, al acercarse al río Beni,
las cadenas o serranías se convierten en
mansas, de ondulaciones más suaves, valles
amplios,
y
de una elevación que no pasa
de los 1.500 m. sobre el nivel del mar".
Valles.
Hay que advertir que allí se co–
nocen con el nombre de vegas o
quebradas
los valles profundos y ardientes: así la
quebrada de Pelechuco
y
la
vega de Tui–
che,
que, en efecto, son de escasa elevación
y alta temperatura; de ahí que sean fre–
cuentes las fiebres, endémico el paludismo
y escasísima la población.
Apolo,
más que valle es una llanura li–
mitada por dos serranías suaves: la de
Chi–
pilusan,i,
al
E.,
y la de
Santa Catalina,
al
O. La quebrada de
Machariapo
tiene ca–
racterísticas parecidas a las del
Tuiche,
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