Table of Contents Table of Contents
Previous Page  598 / 678 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 598 / 678 Next Page
Page Background

se agrieta el suelo. En los niveles más ba–

jos y boscosos de la provincia, las preci–

pitaciones pluviales se producen ·con ma–

yor frecuencia e intensidad, siendo difícil

su evaporación a causa de la espesa fron–

da que impide la acción del sol, lo cual da

lugar a la permanencia de barrizales y pan–

tanos infecciosos.'

FLORA

Capoulicán encierra el conjunto más va–

riado y casi completo de cuanto se da en

el territorio nacional. Desde los vegetales

rudimentarios de la puna hasta los árboles

gigantescos del trqpico, se encuentran to–

das las especies y géneros intermedios. En

el trayecto Ulla Ulla-Pelechuco-Apo,lo es

donde mejor puede observarse esta asom–

brosa exhibición de la naturaleza: en el

yermo de Ulla Ulla y los contornos del Co–

lolo, apenas desarrollan la

paja brava,

al–

gunos hongos, líquenes y musgos en los

sitios

pantanosos~

y a medida que se des–

ciende hacia Pelechuco, la vegetación va en

notorio progreso. En las cercanías de este

pueblo se dan ya arbustos y árboles de ba–

ja estatura como la

quishuara

y la

queñua.

Pasando adelante, se encuentran varieda-

Un ceibo c.entenario en una calle de Apolo.

des de helechos, desde el herbáceo hasta el

arb01:escente; y así, en gradual progresión,

se llega a la fronda lujuriosa del Tuiche,

en cuyas márgenes apenas se filtran los ra–

yos del sol a través de la alta y tupida

vegetación.

Excluyendo cuanto es objeto de cultivo

y de origen exótico, y prescindiendo, asi–

mismo, de su localización regional, son és–

tos los más importantes grupos en que po–

dría catalogarse la flora de Caupolicán.

Industriales.

Quina de varias clases,

desde la

Chinchona Calisaya

hasta la

C.

] osephiana

o quina de pajonal;

goma elás–

tica, gomas de mascar

o

chiclet, gomas de

lacre, gomas de tipo arábigo

o

mucilagi–

noso; copal

(Himenea Corbaril), cuya

madera se emplea en ebanistería, la corte–

za en tintorería y la resina en la fabrica–

ción de barnices y la curación del reuma–

tismo, parálisis y mordedura de víboras;

el

pajarón

o

palo de balsa,

empleado en la

construcción de

callapos

y durante la gue–

rra mundial última, en la fabricación de

aviones livianos; la palma que produée el

marfil vegetal

(

Phitelephas Macrocarpa y

Microcarpa), empleada en botonería, a más

de que el tronco contiene fibras más fuer–

tes que las del lino y el cáñamo; la

villca

o

sebil

(Acacia Adstringens) y el

yurí,

ri–

quísimos en tanino; palmeras que dan fru–

tos aceitosos comestibles y tonificantes del

cabello, como el

motacú

o

uvito

(

Attalea

Humboldtiana), el

cusi

(Attalea Spectabi–

les), y la

anua

(

Guilielmía Speciosa) de

fruto pulposo muy agradable e intensa–

mente aceitoso. Maderas incorruptibles y

de extraordinaria solidez como la

soto-vi–

taca

(Loxoptrigium Lorentzií); variedades

de quebrachos como el

karaguayabo

(

Cu–

ratoria Bilocular), el

lapacho

o encina ame–

ricana (Bibnonia Longíssima) y árboles

que llevan nombres regionales como el

si–

pico,

el

vilunto

y la

pichana,

muy usados

en construcciones. Maderas de ebanistería;

la

mara

o

caoba

(

Swietenia Mahogoni) ;

cedros rojo, blanco

y

crespo

(

Cedrela Odo-

480