Vista de una de las torres de la iglesia de Villa Aroma (Sicasica).
para la irrigación de grandes extensiones
de tierra actualmente improductivas, las
cuales serían así incorporadas a . la agri–
cultura, la forestación y la ganadería.
Mención especial merecen las fuentes de
agua potable de Calamarca y Sicasica, muy
alabadas por sus condiciones de limpidez,
pureza y potabilidad; las aguas termo-me–
dicinales de Viscachani, Ayoayo y Cala-
marca (Totor-collo), famoS'as por las pro–
piedades curativas que poseen. En Visca–
chani existe . un hotel rústico muy visitado
en todo el curso del año por millares de
enfermos y turistas, que van allí en busca
de salud o de agradable pasatiempo. Sus
aguas, que manan de tres pozos, tienen
composición química semejante a las de las
afamadas termas de Yura y Jesús, en Are-
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