Lanza, otro yungueño, hermano menor de
los Lanza que ya habían sido sacrificados
por la causa libertaria, levañtóse en armas
y se hizo inmortal juntamente con sus gue–
rrilleros de Inquisivi y Ayopaya.
Al
final,
en 1825, con sus huestes, reorganizadas en
los Yungas, ocupó la ciudad de La Paz,
proclamándose Presidente del territorio a
cuya emancipación había contribuído con
tantos sacrificios, hasta la llegada del Li–
bertador Bolívar. Esto ocurría el
29
de
enero de 1825, a los quince años exactos
del día que los primeros Lanza y otros je–
fes entregaban su cabeza al verdugo.
PERíODO REPUBLICANO
Nacida la República independiente el
año 1825, se hizo la nueva organización .
política y surgió el departamento de La
Paz, con sus provincias divididas en can–
tones. Una de ellas fué la provincia Yun-
. gas, a la cual se le dió por capital Chulu–
mani, con jurisdicción sobre los cantones
Coro~co,
Coripata, Irupana, Suri, etc. y las
misiones religiosas de Covendo, Santa Ana
y Muchanes, o sea, con-los mismos límites
generales que tenía el primitivo Partido de
Yungas.
Por ley del año 1827, se llamó c1:1ntón
Libertad
a Chulumani, cantón
Sagámaga
.a
Coroico y cantón
Lanzq,
a
Irupana~
en ho–
menaje a los "Protomártires de la
In::lepen~
dencia" que actuaron en los Yungas,
y
con
esos nombres figuran dichos pueblos en los
documentos oficiales hasta ¡el año 1900,
fecha en que se volvió a las antiguas de–
nominaciones.
El mismo año 1927 -dice Morales-,
las regiones de
Mururata
y
Suapi
fueron
desligadas de la provincia Larecaja, para
incorporarlas a Yungas. En cambio Yun:
gas perdió su dominio sobre las tierras de
Cohoni, Palea y Mecaapa
en 1838, de–
bido al nacimiento de la provincia Murillo
(antes Cercado) , así como se había desli-
gado de Circuata, Suri y Arcopongo, en
1844, al crearse la provincia Inquisivi.
Por decreto del
1~
de julio de 1899 y
ley del 12 de enero de 1900, la provincia
Yungas fué dividida en las dos que hoy
• existen, esto es Nor Yungas, con capital
Coroico, y Sud Yungas, con capital Chulu–
mani, señalándose como línea divisoria de
ambas el curso de los ríos Unduavi, More–
ja, Tamampaya, Bopi y Beni.
PARTE SOCIOLóGICA
'RESTOS ANTIGUOS
El
Yunca
primitivo no ha dejado monu–
mento alguno de su existencia prehistórica,
fue~a
de las más o menos recientes
apa–
chetas,
especie de obeliscos de piedra -dice
d'Orbigny- de hasta diez metros de alto,
que levantaron los aimaras en los pasos de
la cordillera hacia las vegas, para honrar
a su Creador
Huirajocha,
quien les hubo
permitido encontrar esas cumbres de trán–
sito, desde donde poder implorarle la for–
taleza necesaria para efectuar sin desfalle–
cimientos las largas caminatas a través de
las montañas y rogarle que a sus hojas de
coca no les quite el don de mitigar la sed
y el hambre.
Si· bien las
apachetas
fueron sustituídas
por una cruz durante el coloniaje, ello no
ha quitado a los aimaras su costumbre de
colocar aquí unas piedritas alargadas en
los intersticios de las rocas, mientras rezan
una oración pidiendo sabe Dios qué mer–
cedes, al igual que lo hacen en todos los
caminos de subidas fatigosas .a las mon–
tañas andinas. Por eso vemos dichas pie–
dras erguidas como muñecos en las innu–
merables cuestas del accidentado
Yunca.
Ha quedado también cerca del cantón
Chirca (Sud Yungas), en la comunidad
Quilasi,
un lugar llamado
lncalacay
·(
rui–
nas del Inca) , donde se encuentran toda–
vía restos de las antiguas construcciones
que parecen proceder de una primitiva po–
blación aimara o quechua .
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