Petición de los
S. MARCOS
10
hijos de Zebedeo
de sus palabras; mas Jesús res- 1
de Zebedeo, se llegaron á él, di-
pondiendo,
les volvió á decir:
ciendo: Maestro, querríamos que
¡Hijos, cuán difícil es •entrar en • sa1..
52.
1.
nos hagas lo que pidiéremos.
el reino de Dios, los que confían
1 Ti. 5 · 1 7 ·
36 Y él les dijo: ¿Qué queréis
en las riquezas!
que os haga?
25
Más fácil es pasar un camello
37 Y ellos le dijeron: Danos
por el ojo de una aguja, que el rico
que en
tu
gloria nos sentemos el
entrar en el reino de Dios.
uno á
tu
diestra, y el otro á
tu
26
Y ellos bse espantaban más,
b
cp.
6. 51
siniestra.
diciendo dentro de sí: ¿Y quién
y
7 · 37 •
38 Entonces Jesús les dijo: No
podrá salvarse?
sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber
27
Entonces Jesús mírándolos,
del vaso que yo bebo, ó ser bauti-
dice: Para los hombres es impo-
zados del bautismo de que yo soy
sible; mas para Dios, no; porque
bautizado?
todas las cosas son posibles para
39 Y ellos dijeron: Podemos. Y
Dios.
Jesús les dijo: A la verdad, del
28
Entonces Pedro comenzó á de-
vaso que yo bebo, beberéis; y del
cirle: He aquí., nosotros hemos
bautismo de que yo soy bautizado,
dejado todas las cosas, y te hemos
seréis bautizados.
seguido.
40 Mas que os sentéis á mi dies-
29
Y respondiendo Jesús, dijo:
tra y á mi siniestra, no es mío dar-
.De cierto os digo, que no hay
nin-
lo, sino á quienes está aparejado.
guno que haya dejado casa, ó her-
41
Y como lo oyeron los diez,
manos, ó hermanas, ó padre, ó
comenzaron á .enojarse de Jacobo
madre, ó mujer, ó hijos, ó here-
y de Juan.
dades, por causa de mí y del
42
Mas Jesús, llamándolos, les
evangelio,
e L o.
2.
dice: •Sabéi,s que los que se ven
30 Que no reciba cien tantos
25 - 27 ·
ser príncipes entre las gentes, se
dahora en este tiempo, casas, y
a
Iio.
is. ao. enseñorean de ellas, y los que entre
hermanos, y hermanas, y madres,
ellas son grandes, tienen sobre
é hijos, y heredades, con persecµ-
ellas potestad.
ciones; y en
~
siglo venidero la
43 Mas no será así entre vosotros:
vida eterna.
antes cualquiera que quisiere ha-
31
Empero muchos primeros se-
cerse grande entre vosotros, será
rán postreros, y postreros prime-
vuestro servidor;
.
ros.
44 Y cualquiera de vosotros que
32
Y •estaban en el camino su- •
M1.
20.
hiendo á J erusalem; y ' Jesús iba
1
1
.~\ºs.
delante
d~
ellos, y
~e
espantaban,
//;;_ª{;:
51
y le segman con rmedo: entonces
Y 12.
so.
volviendo á
t omar á
los doce
aparte,
les comenzó á decir las
cosas que le habían de acontecer:
•Mi.
20.
33 He aquí subimos á Jerusalem,
i~ª;\¡
y el Hijo del hombre será entre-
35~4a:
gado á los príncipes de los sacer–
dotes, y á los escribas, y le con–
denarán á muerte, y le entregarán
á los Gentiles;
34 Y le escarnecerán, y le azota–
rán, y escupirán en él, y le matarán;
mas al tercer día resucitará.
35 hEntonces Jacobo y Juan, hijos
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54
quisiere hacerse el primero, ;,erá
siervo de todos.
45 Porque el Hijo del hombre
tampoco vino para ser servido,
mas para servir, y dar su vida en
rescate· por muchos.
46 •Entonces vienen á Jericó: y
saliendo él de Jericó, y sus discí–
pulos y una gran compañía, Barti–
meo el ciego, hijo de Timeo, estaba
sentado junto
al
camino mendi–
gando.
47 Y oyendo que era Jesús el
Nazareno, comenzó á dar voces y
decir: Jesús, Hijo de David, ten
misericordia de mí.
48 Y muchos le reñían, que ca–
llase: mas él daba mayores voces: