Previous Page  143 / 214 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 143 / 214 Next Page
Page Background

/

JOSE MEJIA V

Al.ERA

139

ocasionaba la respuesta de todos los ,componentes del Ayllu

ofendido

y,.

generalmente, la muerte del causante o de cual–

quiera de sus consanguíneos servía para levantar la afrenta.

La venganza dió en esta época una dirección nueva a los tra–

tos matrimoniales, ya que ella imp@rtaba un peligro constan–

te para la vida de !os comppnenets del Ayllu al que pertene–

cía el raptor. (25 ).

Para contrarrestar esta situación de constante alarma

y

para restaurar la paz entre las familias se creó una compen–

sación material, que fué incubando una costumbre que más

tarde, convertida en precedente, iba a dar origen al matri–

tnonio por compra. . En efecto, a medida que se acentuaban

las transacciones para comprar la paz, más se introducía la

constancia de la compra de mujeres, hasta que llegó a ser una

necesidad jurídica, anteponiéndose a todo trato sexual como

requisito indispensable.

Bien sabido es cuánta fuerza adquiere una costumbre

·~11ando

toma el carácter de un Derecho.

La

compra de la

(25)

,.

t

·¡r ·

::?

''r

Aniaga. -ExtirpacióJ:I, etc. Oh . cit . , Cap . 111:

··y

es

~osa

cierta que en teniendo cualquier enojo, le vengan en comer·

se unos a otros los hijos, matándolos del modo sobredicho.

que ellos llaman comérselos" . -Bernabé Cobo. -Historia

del Nuevo Mundo . -Oh . cit. , Lib . XI, Cap . VIII, p .

4

2 :

··otras veces por haber sido agraviado algún particular de

la otra, sobre tomar venganza se revolvían

y

trababan los

unos con los otros'º.-Anónimo.-Parecer acerca de la

per~

petuidad

y

buen gobierno de los in.dios del Perú

y

aviso de

lo que deben hacer

lo~

encomenderos para salvarse, dirigi–

do a don Juan de Safmiento, presidente del Consejo de In–

dias. -Col . de Lib.

y

Doc. Ref. a la His.

t . del P

erú .

2•

Serie, T. 3

9 ,

Lima, 1920, p. 156: ··Antes cuan.do el Inga

castigaba por algún delito no se contentaba con matar al que

lo cometía, pero también a su padre, madre

y

hermanos, sin

que quedase ninguno de toda su generación'• .