Table of Contents Table of Contents
Previous Page  47 / 430 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 47 / 430 Next Page
Page Background

Don Pascal

recorren los

grupos

1evanta.ndo

los

ánimos

y

as·egurándose

el

apoyo de tod,os.

_

"El quemante sol de mediodia parece penetrar hasta el

corazón de las v-ecinas m·ontañas, secando la raiz misma

de las vertientes, aquellos "ojos de la ti·erra". Los frutos de

la tierra y los arbustos agonizan en las lomas, y a orillas

de los canales los sauces_llorones incUnan la cabeza como

moribundos, secados por la fiebr·e. Los pajarillos ya no can–

tan en los arboles que rodean la iglesia, Y los lUdios, ahora

silenciosos, se adormecen e, indolentes, >se tienden en ·el-suelo

· bajo los portales.

·

'tDe s·úbito resuena el cuerno de Pántacha. Sus notas

roncas despiertan .a los indios, y caen en sus almas como

sollozos. E.I eco profundo ·lleva hás:ta las áridas cimas la

queja de los "colonos", como un lamento angustiado contra

el sol

impl~cab1e,

y, aun más, contra el cruel egolismo de las

autor,idades

civil~s.

_

"~parece

el gobernador rodeado de sus amigos de "rostro

páli-do". El hijo del sacristán sube al campanario y

se

oye

luego el doblar de las campanas. Hombres y mujeres se .pre–

cipitan, como rebaño asustado, haeia el siniestro edificio

de la prisión.

'

"El

r~tico

estrado se halla frente a la cárc-el. Los ha–

bitantes de la aldea

se

aglomeran a un lado; los campesi–

nos al otro lado. Don Pascal; -el ayudante

guarda-canales,

observa las fisonomías; mas, ¡ay!, ha ·desaparecido -de l_as

m.iradas el valor ... ; sólo ve cobardes que tiemblan como lla–

mas dispuestas a ser degolladas. Sólo Pantacha renueva su

promesa de porfiarle al tirano.

"Este

se aproxima, con el paso vacilante del borracho,

el rostro congestionado, la pistola cargada al cinto. Es sa–

ludado por -los dos grupos, y ordena, afirmándose contra la

pared para no caer:

·

"-¡Don Pa'\scal, la lista!

"El

varayoc

sub~

sobr-e !la mesa y fija la mirad:a ar–

diente en los jefes de clan y en los "colonos" a fin de ani–

marlos; luego, con voz "lenta y segura, enumera a los pro–

pietarios que han de recibir aguas de. ri-ego.

"Al oír sólo nombres quichuas, BrauUo se yergue como

herido por un latigazo: Enarca las cejas

y_

lanza miradas

cuajadas de odio.

1

"-¡Silencio!

-vocifer~.

42