hilar, tejer y bordar una alforja o "prevenciones" para la
esposa del amo ..
La cuarta categoría .está compuesta por los individuos
"a contrata", ya sean campesinos, pastores, obreros o -voluh–
tarios en las minas. El pago
·~s
exig:Uo, y
á
m'€nudo
'se
:re- ·
duce al derecho de ocupar una choza y 'a recibir una mi–
serarble alimentación. En· cambio, el trabajo
es
aqruniador, .
sobre todo en las minas, donde han de abrir gale·rías sub–
t ·erráneas y ;cargar a cuestas ·los sacos -con el , niineral. So-·
metidos a las duras labores de
est~
trabajo forzado,
es.:..
tos
infelices no 'tienen alivio ni día de descanso, y sus fami–
lias se hallan sumidas en la m'iseria y el hambre.
Hasta hace unos sesenta años existía otra numeros-a
categoría de quichuas que, co·n cruel ironía,
se
denominaban
"servidores a salario Ubre". En realidad ·era un vil tráfico ·
de niños.. .Había infames individuos que se dedicaban a
sac~r, .
~
por· medio de tretas o a viva fuerza, de sus hogares, a m - ·.
chachoB
y
·jovencitas 'indíg-enas, y hacían su negocio :.colo-
. cándalos··en casa de
los
interesados, a
v~és
viajeros y aun
autorid,ades locales.
Separados de sus familiares, esto:s pequeños eran con–
ducidos a lejanas ciud
ades, a Lima sobre toc;lo, para conver–
tirse .en sirvi-entes
y
a.unen ·esclavos. Algunos, roidos por
invencible nostal.gia, se fugaban de ·
sus
amos, e ignorando–
el camino a sus montañas, vagabarl a · la ventura
y
morían•
de fatiga
y
de hambre. Otros, descubiertos por sus padres, :
que · siguieron la pista del raptor, volvían a escondidas a
1
SUS
chozas. .
· ¡D~sgra·ciados
a;
quellosque .cr,ecían en la
s~ervidumbre!
Su 'lentiotild para apr·
end.er. los rudimentos de la civilización,
su innata indolencia ·
ydesaseo~
su torpeza,
su
g~~moñer-ía
y
sus
·embust-es exasperaban a su:s patrohes, acárreándoles toda
clase de reproches, insultos, amenazas, : castigos
y
hasta
C'rueldades. ·Crecían al margen de todo afecto, sin la menor
idea de virtud, sin of'icio determinado; tan ignorantes·como
los animales domésticos, llegaban a la edad precoz en ·que
la sensualidad indígena se despier·ta rep.entinamente
y
se
desencadena
~uriosa.
D·esde ese· m-omento, no pensaban sino
en
fu~árse,· pat-a
·casarse al azar,
:y
aun :inás, para dar rienda-
suelta a sús pasiones. ·
·
·
·
·
Esta es la exacta situación de los quichuas modernos en
·el Pe'flú, según los escritor·es más -reeientes.
Este estudio
etnog~áfico
_concierne únicamente
a
los in-·
33
iol.-3
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