Sobre dicha fusión o influencias musicales,
)'
otras v inculacion es
cultumles, que, por motivo de los múltiples proces os históricos, pttdie–
ron aeaTSe
y
quedar como exponentes de cohesión, el Gobierno
Argentino, animado por un espíTitu encomiable de unión
y
paz latino–
americanas, puso en p1·áctica el acertado plan de escud1·iñar y estudiar
las especies de di chas v inculaciones, CTeando para ese fin y poT m edio
de su Comisión Nacional de Cultum, diversas bf'cas. pa-ra otms tantos
pro fesionales especializados de los difeTenl es países de la América
Latina, con fines, además, de investigación
)'
est1¿dio de los fundamen–
tos de la cultum en geneml, que puede se·r aprovechada por la huma–
nidad
y,
sobre todo, por cada uno de aquellos países.
En t1·e ese núcleo de becarios tocó le al suscrito el honor de ser
designado pam la misión de estud1:ar los OTígen es
)'
fMmas de la influen–
cia de la música indo-peTua1w., en los pueblos m·gen tirzos, especialmente
del N o1·te.
Cumpliendo, pues, con la tarea que se m e encomendam, he dedi–
cado, en cuanto me ha sido posible, mis conocim ientos
y
actividades,
con el en tusiasmo
y
la consagración q·ue la ob-ra a mi ca?'go ¡·equieTen,
decidido a obtene1· los mayores éxitos que pudicnm llenar el plan de
la citada Comisión Nacional de Cultum.
Mis labores las he distribuído en dos pm·tes: una, de estudio biblio–
gráfico
y
m·queológico, dentm de los museos
y
bibliotecas;
)'
otra, de
investigación expe<rimental en el mismo campo histó?"ico-geog¡·áfico, o
sea, visitando en las pmvincias del Norte, las propias aldeas
y
viviendas
de los aborígenes
y
mestizos, con el afán de captm· sus cantos
y
demás
manifestaciones musicales.
Como fr-uto de mis estudios, en la pTimem forma, cábeme p¡·esentm·
una detallada exposición científica e históTica,
y
es lo más amplio que
hasta el presente he podido logmT, a cuyo fin he agotado toda diligen–
cia, poT haber creído necesario refeTirme pTeviamente al contacto de
dos m zas que, en tiempos remotos, tuvieron costumb1·es, leyes, inquie–
tudes
y
v ida pmpias, en una palabm, su pmpio mundo
y
su propia
histoTia, pero que con el andar de los tiempos entmmn en íntimo
consoTcio, fusionando sus sentimientos
y
entTelazando sus almas pam
rendi1- culto a un fenómeno estético cuya evolución oTgánica camcte1'izó
su psicología.
En cuanto a la segunda forma de mis investigaciones, siento no
haber alcanzado a cu.b1·iT el volumen que hubiese deseado obteneT,
debido a que los indígenas, poT demás esquivos pam fmnquem· sus
p1·ácticas musicales, no dan lugm· a que el im,estigad01· penetre en el cono-
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