CARLQS CAMINO CALDERON
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· MAS PENAS QUE EN LA TINA DE SAN ]UDAS.–
írener más
penas
que la "tina" de San Judas, era para los
lambayecanos de muchos aílos atrás, un asunto demasiado
seno.
La "tina" de San Judas era una fábrica de jabón si–
tuada cerca de los terrenos donde actualmente se levanta la
ecstación del Ferrocarril... y que en los primeros años del XIX
pertenecía a Don Joseph de Silva.
Las
penas
de esa "tina" eran famosísimas: frailes sin
cabeza, perros de fuego, viudas, suegras, etc., etc., durante
mucho tiempo tuvieron suspenso el aliento de los pobladores
de Lambaveque ... Pero llegó una noche del año 1817 en
la que el Teniente ·de Milicias R:eales, Don Ramón C;1stilla,
á
sablazo limpio acabó con las
pena$
de
h
"t1nrt" de San Tu–
das, v descubrió--en ese lug-ar-un taller de monederos hl–
sos. Bien dice el vul!!o :día llegará ep que de
fuera vendr á
quien de tu casa te eohatt:á!
MAS VALE UNA HORA BORRACHO QUE UN
AÑO DE PRESIDENTE.-Este dicho
de
~os
.guapos
de Lambayeque,
encierra una verdad más grande que la
huaca Chotuna!
·
Apartémonos de lo que se necesita hacer trabajar al
checo
par.;t resolver los proo1emas políticos, económicos , so–
ciales, etc., etc., que como las anchovetas, se presentan en
mancha
á
todo Presidente de
Re~"1úb1ica.
¡Para éso estáh los
Ministros con sus respectivas carteras, donde es· •costumbre
que lleven todo listo para que el Presidente no haga sino es–
tampar .el garabato!
El Presidente descansa en sus Ministros; éstos se apo–
yt;tn en sus Directores ; éstos confían en sus Jefes de Sec–
dón; éstos encargan los asuntos a sus Auxiliares, y éstos
largan la pelota a:l
teiado ele los Amanuenses quienes, en
hnena cuenta. son los que mueven, aJceleran, retardan, o pa–
ralizan
todo el complicadísimo engranaje administrativo.
En el Perú, enemistar e con el boticario. con el correísta, ó
con el amanuense, es -un mal negocio.
¡
1v1alísimo! .. .
El guapo de Lambayeque no necesita ayudantes para