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..CARLÓS CAMINO CALDERON

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y "Oyague", no quedó rincón que no fuera registrado como

camisolín de mucha-cha pulguienta.

¡Vana empresa!. El

Palomo

no aparecía ni en flor ni en

rama¡ ... Bolívar ----;-

el

impulsivo y violento Bolívar que to–

da la vida andaba buscando pelo a:l. huevo - y que por lo

menor gritaba y chillaba como un enérgurneno, estaba hecho

un trapo de ·cocina!. El abatimiento y la consternación - no

1a

ira - . se pintaban en su semblante. ¡Que cierto es que

el

pequeño mal espanta, y el grande amansa!.

Mi~ntras

tanto, la noticia ·se había espancido como fa–

'ma de pródigo; y desde

~irna,

las gentes llegaban a banda–

_das para presentar

el

pésame que recibía el jefe del -Estado

Mayor, General Miguel Figueredo. Bolivar, tirado

~n

su ha–

maca y declarado en huelga de hambre, nd se daba cuenta

ni

de los dedos de la rriano. El General Lara -

el

crudo Lara

- decía que el Libertador no queri •'ver a

nadies.

Pero el lyibe ador est ha de suerte. ¡Y .corno al que es–

tá -de suerte

e]

viento e

Fía la leña, cuando más rande éra

su consternación

Y.

más silencioso su dolor, y cuafldo en los

salones -de la Qu ·nta e sabio Unánue · ret¡nemoraba los caba–

llos más célebres - Bucéfa o, Incitatus, Babieca, Rocinan–

te - encontrándolos chiquirrititos al lado

1

del

Palomo)

co–

rrió la voz de que un yerbatero de "Matalechuza", g-arantiza–

~~a

encontrar el caballo, mediante un acto ... ¡de brujería!...

-¡Anda lanza para Francia

!-había dicho el Vicario

General del Ejército Libertador, Doctor Torres, santiguán–

dose. Sinembargo, ·cuatro bravos encabezados por el Tenien–

te Coronel Santana, edecán del Libertador, se pararon en

cies pies

y

se dirigieron a "Matalechuza".

Ya se habían removido todos los poderes humanos. Ya·

se

había implorado a todos los poderes divinos , y el

Palomo

no parecía. Era tiempo, pues, ae portet en juego a las poten–

cias infernales¡ ..

·

·

Se tuvo buen cuidado

de

que Bolívar, ignorara· esta es- .

capada a los ·desconcertantes y tenebrosos dominios de la

brujería...

·

En

la

puerta de un rancho de cañas embarradas, el bru-