E L
I M P E R I O
S O G I A L I S T A
D E
L O S
I .N C A S
qué siglo hay que situarlos verosímilmente
(1)
(ver
el
cua–
dro d·e la pág. 94).
~contrariamente
a la costun1br·e, Huayn:a-Cápa·c, el ül–
timo soberano, habia dividido su imperi<;>, que se habla he–
cho demasiad.o grand·e, entre dos de sus hijos, uno iegitimo;
Huá.scar,
~el
otro bastardo,
Ata~ualpa;
a la muert·e doel mo–
nar·ca estaHó una gue·rra civil entre .estos dos h·ermanos
en~migos,
y
Atahua~pa,
y.encedor, hizo asesinar a Huáscar ·
y
a su familia. Los espafio1es negaron
j
usta.m.ente a ti·empo
para aprov·echar el desorden y e.stablec·erse tomo a;mos. En
aquel momento, ·el imperio
s·e
·extendía sobre más de 4,000
·
kilóm.etr.osde longitud: desd·e ·el rio Ancasmayo, a dos gra–
dos al Norte del
Ecuador~
hasta el rio Maule, ·a 35 grados
al Sur de
est
uperfic'ie era aprox'imadamente
igual a seis e
la de Fra ci
Examinare
u~ ~xis.tia
en aquella
é
a n·o babia
alcanzado s pe
tia toc;tavía,
pero Ias pert
r o
~ a a~ó
su apli-
cación. En r .a
idad~
toda 1a historia
·e los incas se
ha
des- ·
arrollado
en
el espa·cio de cuatro siglos: tlos siglos XII
y
XIII,
duTante los ·cual·es
~os
soberanos no son
más
que jefes 'de·
una: tribu o d,e una conf·ederación de tribus como otros mu..
chos (Cha·chapoya, Huánuco,
Ch~ncha,
Chanca, etc.) ; el si-
glo XIV, siglo· de preparación, y el XV, siglo de apoge.o (3).
( t)
Castaing obseil"va que el !hábito contraído• por los sobera.nos de
asocia.:r su
·htjQ
mayor
al
ejercido
d~l pod~
es
quizá
la causa de las
di· ·
v~gencias
que
se
encuentran entre los historiadores
eon
respecto a
la
duración de los reinados de
los
últimos incas.
((
11
Le
comm1tntsme au.
Pérou.",
p .
17) .
.
( 2)
Pacheco· Zegarra da al imperio. una · supe)rficle de
6
millones de
Km.
cuadrados
("Introdu.ction
á
Ollantay".
París,
1878,
p.
XIII),
pero
hace entrar en ella
2
millones de
Km.
cuadrados ele territorio .argentinó,
lo 'Que parece
lm}IY
e-xagerado.
·
(3)
Onde.gardo ("Copia de cart·a",
p.
456)
comprue.baque
los i.Ucas
han
reinado durante un co!l'to periodo de tieilllp
O antes de11a
ocupación
española.; concluye de ello que su poder, nacido de la conquista, no es-
1.a.batoda~ia
le·gitimado por la prescrtpción
y
que,
e.n
corisecuencia, el rey
de Fspafia :teni:á !unlda.mento .para destronarlo, rnzonamiento singular
y
muy
característico de la mentalidad de los juristas de la época.
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