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cos, sino ·mas .bien al soplo ·helado que vten.e de las cordi-
/
lleras.
Esta meseta se presenta a.prim·era vista como un corre–
dor encerrado entre los dos bastiones de los Andes, pero es
.
.
un corredor que
no
.siempre
•es
fácilmente p:racticable, por-
que está entrecortado por ramificaciones que unen las dos
cadena.s a anchos· int·ervalos. Estos ¡'nudos", según la expre–
'sión . local, semejan, sobre el ·mapa, los escalones
de
una.
escala gigante, ·en la que
la.S
dos cprdilleras .for.marian los ·
montantes,
y
dividen el P·erú en cuencas netamente distin–
tas
(1).
Los mismos rios, de los que ninguno es navegable
y cuyas
5
orillas .
son
muy escarpadas, separan
to~a
via más.
las
regiones habitables. No se dirig·en hacia la costa; corren
hacia el
N
t
el Este en dirección
de
las selvas,
completame
no_ de
·ellos
v+"'·'!of--~'f'll
o ·c
~
e
seis de
los
n
1
la
ter·cera reg1 n y evantan al
Este
del i-mperio una, barrera.
tan dificil de· franquear como
los
desiertos
.y
las ni-eves, tan
misteriosa como el océano. Extienden
su
masa
d.
e
verdura
y
de lodo a distancias que los antiguos indios de la meseta
no podían ni siquiera imaginar.
Los
espafioles,
a
pesar
de
que no retroc·edian ante nada, no pudieron atravesarlas
durante. largo t.tempo; Gonzalo
Pizar.ro, que
fué
el primero
en avent1,1rarse en esas r·egiones inhospltalarlas en busca de
la
canela, erró
alU
durante dos años
y medio,
perdi~
más
de
la
mitad
de sus
hombres,
y
cuando volvió
a
la meseta
...
(1)
Los
mé.s 1!mportantes
de estbs
nu¡d..
os son los de íPorco. entre
Chi–
le
y
Bolivia; de V1lc!llflota. entre los Andes bol1v1&nos ·Y
el
Perú central;
de
!Paseo. en
el
centro del
Perú. ·
de donde parten los
diOS
mayore.s
anuen–
tes
del
Am.azon.a.s:
el
Marafión
y
el
Huallaga;
de
Loja.
al
Norte
del
Perú;
luego,
en el Ecuador,
lo.clde
Tlnaj1Ua.s, del
A.zuay.
de
Tioca;ja.s,
<l~
Sana.n·
ca·Jaa,
Qe
'l'iopuuo.
d
e Mojand&.
.
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