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6
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'
cen sin comentarios con ·za
may~r
desaprensión. Uno
d~cla-
·
ra que el comercio no e.tiste;'
y;
más lejos, describe ferias
y
mercados; otro nos representa
a _la6
trifJus anctinas ante–
riores a
la
conquista incaica
C01nO
SUmidas
en
la
Q(lr'Qqrje,
y
habla· en seguida de sus métodos de cultivo
y
cte
IU
orga,-e
ntzac-ión.
Y
ast otras tant!ls pruebas de las incertidumbres
que subsisten en el espíritu
de
los autores .- Por eso, decep-
,
ciona el resultado
ae
las lecturas
y
de las investigaciones.
El
imperio de los incas
no~ e~
representado, . alternativa-
_m·ente, como el des·arrollo normal
de una
$O~iefla4
ante ..
rior
o
la
realización del plan concebtclo
por un
so'(u~rcz,no; como el régimen tiránico más atroz que el muncto haya
conocido jam
·
nización ideal
ruina debe
arrancarno
l
esclavitud
ionado
de
.,"'i'~---··Lntiguo
o
'~~'-'~"'S
ideas, sus
,
y
el
crítico
1
t año imperio
es ese que
a
unos
erar como un
injier.~
no mientras_
o
ros
o
consideran r:orno
U11
paraíso.
Verfdica
en
exceso
es la
melanoqlica fruse que Menén-
'
dez pone a
la
cabeza
de
su
H
Manual de Geografía
11
J ·sta–
dtstica del Perú":
H
Ninguno
de
los Estactos
europ~os
que
formaron · parte
de la
monarquta española tué objeto
de
tantos estudios como el
Perú,
pero ning4no
Ita
stqo tqm·–
poco -la fuente de 'tantas inexactitudes
y
tantos errores'·.
N
o
es solanLente el econo1nista quien puede sacar pro–
vecho al estudiar.
la
organización incaica: el histor·tador,
el
sociólogo, el arqueólogo, el etnólogo tienen . i.nterés en cono-
.
.
.
.
.
.
.
cerla t>ien para orientar su.s· inves.tigaciones. Po'r otrá part"e,
nosotros teTHlremos
(Jlle
intcrropqrlos a ·todos, s.e(l para escla-
'
'
.
.
.
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recer el
pasaclo a
·base
ele
tos
·ve~tigiqJ
que
lqs
·investigacjo-
nes han sacacto
_a
.la l-uz ctel
(lía,
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para
rev~lqr
en el
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