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aplicable a teortp,s sumamente l'tiferentes unas
·
de otras.
Precisaremos, pues, colocándonos estrictamente en el pun–
~o
de vista económico, que el socialismo, opuesto al indivi–
dualismo, comporta la sustitución de un plan racional de
organización al equilibrio espontáneo obtenido por la acción
del
in~erés
personal
y
el libre juego de
la concurrencia,
siendo establecido el plan conforme a cierto ideal de igual–
dad de hecho
y
mediante ia ·supresión de la propiedad fndi–
vidual.
Racionaliza·ción de la
soc~e.Qad,
anonadamiento del in–
dividuo, tendencia a la igualdad
y
supresión de la propie–
dad privada; tales son las características del socialismo que
pedimos al lector admitir como un
po~tulado.
•
Verem
q11.-e el
·e-F., 1de los incas no es, en manera algu-
na, un 'Est do soctalist
a definición,
dad, com-o
s Estados de
echo, no existe
lismo perfecto.
.
La, realida_d misma es .mucho, más compleja,
y
diremos,
.,
anticipándonos a nues·tras propias conclusiones,
que
ha
habido ·en el.Perú, a
la
vez, colectivismo agrario
y
socialis–
mo de 'Estado,
el ?lnQ 1nuy anterior a los incas, el otro esta–
blecido por estos conquistadores; el uno. resultado de una
lqrga evolución, el otro creación del genio humano.
Esta
superpo~ición
de las comunidades agrarias
y
del
socialismo de Estado permite resolver las contradicciones
que encontramos en_ un gran número de obras,
y
el verda–
dero problema tal como se presenta a .nuestros ojos es inves–
tigar cómo esa superposición ha podido realizarse en la
práctica. N
o
debemos perder ·de vista el hecho fundamental
de que la dominación inca_ica se había extendido progresi-
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