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la fuerza del huracán, .que troncha, raja y barre cuanto
se opone a su paso, para pintarte
la ·
potencia de mi
amor .
· Compáralo tan sólo. al cade.ncioso arrullo ' de
la
tórtola en
el
bosque, que suspira por
la
ausencia de rn
compañera, y al astro que recorte el" espacio, y al sol en
su .eterna lumbre·, y tendrás uná idea· de su _bond.:id, de
su grandeza al nuestro igual .
De lo contrario obscurézcase\ el pÍélago azul del
éter, abra·
el
volcán su ígne¡¡ ctarata y vomite el aver–
no todos los males. porque yo dP.jaré de existir.
Tu
·cont;sta~ión esp~·:t\
dívio.:i cri.1tura: en tus
labios está el abrir de las
puert1~
d¿)
alc~za(
de Ja c'.icba
o
la
negra boca del· infierno.
·
·
A tu amante..
A UNA MUNDANA
Señora; :Acostumbrado estoy de tratar mujeres
llenas de atractivos y encantos,.pero jamás había halfado
do un ser que como usted reuniera las perfeccione9 físi-
os.
:
Soy rico y no ·me duelen prendas, sobre todoi si
~§t¡ts
pue4e11
expresar.lael alto grado de mi ·admiración
y
estima.
·
·
·.- . Ruego Je
s~
sirva acepiar
a~junto
obsequi9
COJl19
débil muestra de la liberalidad de su adorador ; que no
tendrá límites si usted se
~i~nagistingufqn~
con
su cari·
iiosa
amistad . -
· ·
·De
asted,
etc.;
tec: .
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