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.e los amautas, especie de letrados contaaores y maes–
ros que poseían la clave destinada a desCifrar los quipus .
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que guardaban, estas escrituras se llamaban Quip/u–
amayos. Por lo demás, no es pos-ible suponer que los
uipus, hubiesen servido para conservar las tradicibn<ls
.el pueblo_, pues, su invención era. inferior a los ge.rogH–
kos y aún
.a
la escritura de dibujos de los aztetas,. la
ue aún siendo incapaz de trasmití·r ideas abstract as,
po-
.ía retratar los objetos con
past~nte
exactitud.
.
EL ULTIMO INCA.- Cuando llegaron lo$ es–
,anoles y sabedores de que
~1
ejército de Atahuallpa era
.umeroso, resol viéron tomar prisionerQ al ini:a de cual-
1Uier manera, a este respecto dice Ordóñez López, que,
üahuallpa fué donde los 'españoles que le habían invi–
t?o
rodeado de un
númer~sí~jmo
y ?rillante séquito de
aas de
5.000
hombres de tropa escogida. Tan pronto co–
':w
el Inca hubo llegado a la plaza salió a su encuentro
1
dominico Fra:y Vicente Valverde, que si pie.n han exis-.
ido cura·s, de noble alcurnia, bastante morales ·y
profun~
~amente
reliiiosas
y
de buenos sentimientos existieron
~mbiéfl,,
religiosos,
pnmor~les,
:vicioso&, adulones y
He~
ós de muchos otros vicios como son los padres ;Fray
icente Valverde, el cura Diego Saltamar y otros que no
::>s nomBramos por no tener Ímportahciq. en nuestra re–
fCÍÓn;
Como decíamos el Fray Vicente Yalverde ca–
,1 ellán de la expyd!ción; se puso a explicarle los misterios
·re la ·religión cristiana y éonduyó exigí€ndo del Inca
1
ue reconocies'é estas verdades y sometiese su autoridad
t
la del rey de España. El 1nonarca·peruano contestó con
1
:alma que no cono.cía a] Dios de que se le hablaba; que
'·ara él, era el S0l la divinidad suprema y en cuanto a
,us estados, los había heredado de sus mayores. A esto,
f·
repl(có
~1
fraile que lo que él le -había dicho eran las
~