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e Quito, aclamaron los suyos por
sob~rana
n.
la Princesa
lacha: por ser su hija úrttca.
HUAYNA- KAPAJH, queriendo consolidar
1
qo:riquista de Qnito
y
asegurar su adquisición pacífica,
omó por mujer a la Princzesa Pacha, heredera legítima
el trono,
y
habiendo sometiao a los quiteños se dilató
u Imperio hasta
el
río Angasma:yo que debía. ser el lími·
e septentrional.
•
,
. Sigui.endo la .c,ostumbre d.e sus at;tep§l.sados, visi–
o su 1mper10, deten1endose J;>fl.ftlcularmente en
el
Colla–
uyo, en
Chuqu~apu
· (-Hoy La Paz), celebrando la gran
iesta de Kapajraimi
(1511'),
mostraron así sp 1nterés
•or las provincias aymaras.
Después de terminada la fiesta:,, que duró veinti–
ittco días, señaló la. jurisdicción de1 pheblo de Chuquia–
•u; mal).dÓ edificar plazas
Y.
tambos; reglamentó la ex· .
•lotación del· oro, y elevó en categoría a dicho
-pue~lo
.ntes de regresar ·al Cuzco fué a visitar las importantes
uinas de
Tiahuanacu~
donde nació su hijo Manco.
Bajo el reinado de Huayna- Kapaih, llegó a ex–
enderse el Tahuantinsuyo de unos. treinta y nueve a
:uarenta grados de latitud
y
S\1
podedo no tenía ·rival
:n todo el continente..
Mas, cuando la gloria de este imperio brillaba en
ocio su explendor, corrieron rúmore·s de la apariciól( de
10mbres blancos, q1,1e tenÍaJ1 ·larga barba, uc;;ahan armas
erribles y eran de valor extraordinario.
Consultados los amauta.s, recordaron. el vatiCinio"
le Wiraco'cha, según el cuaJ había llegado
el
tiempo de
a 1·uina del Imperio, que debía ser conquistado .por extra-
'íás gentes.
-
Está noticia produjo honda sensación en el
·espí~
·itu del Inca,-quien
pq.ra_alejar sus pesares se fué.
él:
Qui-