AYAL
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AYECAHVE
Santa Marías, Mazanes
y
A'nguteros
para adi–
vinar, prever
y
contestar con acierto en los ca–
sos difíciles, ya sea para dar respuestas oportu–
nas
¡:¡.
los embajadores de las otras tribus cuan–
do se trata de hacer la guerra, ya para descubrir
los planes del enemigo · por medio de esta mági–
ca bebida, y tomar las disposiciones convenien–
tes para ataques y defensa, ya en caso
'de
en–
fermedad . de un pariente para averiguar cuál
brujo Jo tjene en este estado, ya para hacer llna
visita amistosa a otras tribus, ya cuando les
llega gente extraña como viajeros, ya, en fin,
para cerciorarse del. amor de sus mujeres. La
operación consiste eµ lo siguiente : toman un be–
juco llamado AYAHUASCA (bejuco de muerto o
almas) del
cu~J
hacen un ligero cocimiento y lo
bebe el indio que debe dar las respuestas o arre–
glar los planes, y muchas, veces lo beben todos
los indios que forman el congreso. Esta bebida
es narcótica, como debe suponerse, y a los po–
cos momentos empieza a ;producir los más raros
fenómenos. Su acción parece dirigirse a excitar
el sistema nervioso: todos los sentidos se avi–
van
y
todas las facultades se d espiertan : sien–
ten vahídos de cabeza, luego la sensación de ele–
varse en el aire y comenzar un viaje aéreo. El
'poseído empieza a ver en los primeros momen–
tos las imágenes más deliciosas, conforme a sus
ideas y conocimientos: los salvajes dicen que -
ven lagos deliciosos, bosques cubiertos de frutas,
aves li ndísimas que les comunican lo que ellos
d esean saber. Pasado este momento, empiezan a
ver fieras terribles dispuestas a desgarrarlos, les
falta el vuelo y bajan a combatir en la tierra
con las fieras, quienes les comunican todas las
desgracias y desventurás que les aguardan. En
este momento se levanta el salvaje que estaba
·como en estupor, y procura tomar fas armas,
insulta a sus mayores amigos, que lo contienen
a la fuerza dentro de la ·hamaca, hasta: que se
duerme, lo que no tarda mucho en suceder. Yo,
por mí, sé decir que cuando he tomado el AYA–
HUASCA he sentido vahídos de c;abeza,
1
luego un
viaje aéreo en el que recuerdo percibía las pers–
pectivas más deliciosas, grandes ciudades, eleva–
das torres, hermosos parques y otros objetos be–
llísimos; luego JT)e figuraba abandonado en un
bosque y acometido de algunas fieras, de las que
me defendía; en seguida tenía sensación fuerte
de sueño, con dolor y algunas veces malestar
general.
El sa lvaje toma
.el
AYAHUASCA muchas veces
por placer: pero necesita de personas robustas
que estén cerca para sujetarle fuertemente en
una hamaca; porque si se le dejara en libertad y
se apoderara de cualquier arma, tal vez no es–
caparía con vida ninguno de los
circu'n~tantes;
tales son la furia y las bravatas que dice a los
1
espectros· malig nos.
Pasado el último sueño, recoge los recuerdos
qu e tuvo cuando veía las visiones, y ·según sus
supersticiónes arregla las medidas que debe to–
mar."-M. VILLAVICE CJO. (Ecuador).
AYAL. m. En la región noreste de Méjico (So–
nora, Sinaloa), el
güiro
(
Crescentia alata):
Dí–
cese también
ayale.
(Tal vez voz cahita.) Bu–
le cirián o guaje cirián.
AYALE. m. V. AvAL.
AYAMA ES. m. pL AYOMANES.
AYANCADO, DA. adj. y s. En Méjico, .
agrin–
yado.
AYANCAES. m. pL Indios que vivían en la co–
marca del Cuzco, en el Perú.
AYANCARSE. (Del ing.
yanqui.)
pr. En Méji–
co, aficionarse al modo de ser del pueblo yanqui
o n?rtamericano, imitarlo, que también se dice
agringarse.
AYANTO. (Voz quichua.) m. Nombre vernáculo
que se aplica en el Perú a una planta silvestre,
de Ja familia de las melasromáceas.
AYAÑAHUY. (Voz quich.) m. Nombre vulgar
perua,no de la luciérnaga.
AYAPANÁ. f. En Puerto Rico, la planta del
Eupatorium ayapana.
Lo mismo en Cuba,
<?
una
especie affn.
AYARICHI. m. Danza indígena que bailan los
ayarichis al son · del
sicú
(especie de flauta de
Pan) .
AYARICHIS. m. pL Cierta comunidad' indígena
del Departamento de la P az, en Bolivia.
AYAS. m. pL Tribu de indios que habitan en el
Estado de Coahuila (Méjico).
AYATADÁ.. f. Mejicanismo; acción y efecto de
ayatar la cabalgadura.- 2. Cantidad o porción ,
de cosas que cabe un ayate. .
.
AYATAR. tr. · En Méjico, estregar el lomo de la
caballería con . un ayate, para asearla y tum–
barle el
pelo.
Dícese también
ayatear.
AYATE. (Del azt.
ayatl.)
m. Tela rala de hilo
de maguey, q'ue fabrican los indios, y usan los
mismos para .cargar ·en ella cosas diversas, lleva–
da a modo de bolsa.
AYATEAR. tr. AYATAR.
AYATITO. m. Pl anta liliácea de Méjico, que
vegeta en los valles y altas mesas de la alti–
planicie (
Calochorthus fla<vus,
ScHULT.). Es una
herbácea lampiña; del bulbo subterráneo brota
un tallo, bifurcado, de dos a cinco decímetros,
cuyas ramas terminan en una flor cabizbaja de
perigonio acampanado, amarillo, de ?os
~ilas
de
pétalos arqueados en Ja base; ovano . trilocular
con varios óvulos; fruto en cápsula que se abre
en forma Ioculicida; florece y embellece los
campos en agosto; hay numerosas especies mu7
extendidas por todo el occidente de Estados Um-
dos del
orte hasta el territorio mejicano.
AYAY. (Duplicación de
ai.)
m. Nombre que se
da en el P erú al
pere_zoso (Bradypus).
' AYAYAY. Forma común de la interj.
ay,
sobre
todo en lenguaje popular o campesino. . Toma
los diminutivos
ayayita, ayayayita, ayayaicita,
entre otros.
¡AYAYITA! interj. Reduplicación hibridada: de
¡ay!, µsada en Tabasco vulgarmente.
AYAYO.
-POROTO AYAYO, es, en Chile, uno muy mante–
coso.
'AYAUACAS. m.
pi.
V. AYABACAS.
¡AY, CHIHUAHUA.! Expresión interjectiva muy
usual en el lenguaje vulgar de Méjico. Chihua–
hua nombre d'e un Estado de la República, sus–
titu~e
a otra expresión más cruda,
chingado,
que
en ciertos puntos de Centro y Su r América no
lo es. pues significa camote, o cosa 1lemejante.
AYECAHUE. (Del araucano
ayecán,
burla.rse.)
m. Chilenismo: persona tosca y groseramente
vestida; risíble.-2. pi. Extravagancias, adefe–
sios.-VAR.:
ayecagüe, ayecalgiie
y
ayecalhtte.