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capítulos
anterior·es, los Mercedarios, llamaron a
un pintor e hicieron pintar en la 1nisn1a Roca de
las ap.a_riciones, la In1agen del Salvador en el dolo–
roso misterio de su sangrienta flagelación; segun"
los datos proporcionados por Quispe.
Cree1nos que para librar la sagrada imager:i de·
la
inte1n perie, hicieron los misrnos lVIercedarios,
.propietarios
ya
de la finca de l-Iu_anca por herencia
dell.). Miguel IIerrera, levantar una n1odesta cho.
za de paja o carrizos o retan1as, segúi1 la costurn–
bre
del
lugar, para·
dar
facilidades a las personas,
muy
escasas en número que vendrían a · orar ante
la pintqra del Salvador:
y
no es aventurado supo–
ner
que allí
tnismo, de
.vez
en cuando, se celeb1-a–
rían . los divinos n1isterios, especialmente
~n
los
días
en
que se conn1e1noraban las nos
aparicione~,
ya qne para ello babia concedido licencias el Obis–
po Mol11nedo
y
Angulo.
·
·
Y
así se
explicaría
111uy
bien 1o
del documento
tantas veces citado:
''Y continuar dt-zndo culto a
una Imagen de Cristo atado a la columna,
que
se
ve11eru en una
Cnpilla,
·sita
~n
el
centro
dé la
Ea.
cienda Santu;irio que desde
tiempo
inme111orial se
.
.
1
d
d
. .,,
co11t1nua s111 a 111enor
eca
enc1a
.
· No hay que in te rpretar
la
ú
1
ti
rn a frase
"que
desde
tiempo inn1emorial se continua sin la menor
decadencin'',
corno
si
en aquellos tien1pos las ro–
merías a Hu anca revistieran el esplendor que nd–
:uúran-nos en nuestros d1as
o
que ·1a aglon1eración
de
devotos fuese
tanta
que pudiera
ponerse
en
par~ngón
·con
las
peregrinaciones
al
Santuario en
nue~tro
siglo (1 ).
El número de de"\:.otos que visitaban
el
lugar
de Huanca en aquel prin1er 'siglo de cu1to -privAdo,
podría111os decir, era
111uy
reducido. 1.,os vecinos
de San Salvador de
Chuqu~bamba,
pueblo situado
[1
J
La del
año
de 1934 se caleula en m{t.r;
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