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do
ya
donde enterrnr destinó el sefior
Obispo
y
,
he.nd1jo dos <;ernenterios, bien
distan tes
de
la
po–
blaci ón; el unoel 12 de
agosto,
en el pasaje Jla
ina.
do
Cochapn.ta,
y
el
otro
poco después en
Haya.
, hu
ayco1
haciaal poniente, donde se trasportaban
los cadáveres recogiéndolos de los cernenterios, de
·- los ten1plos, calleíi
y
plazas,
en un carretón cg_ne
para este
efecto
n1and<)
fabricar a
~us
expensas
un devoto. En tanta confnsif>n
:ra
no se
obser·
vaban los ritos funerales,
por
la falta de tiempo
y
de
ministro5, y
estar toda la gente postrada. Así
se veían .n1ucbos cuerpos
con1ic10~
de perros, po,r
no haber quien )os
rccogi~se; ~e
cebaron estos con
tan
voraz a petenci a que anda b-a n en tropas hu
s··–
c
ando
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10- gen te, con a rn1as, tn vo que
perEegui
r
a
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tos
a.ninla
les
que
ya
se hab1n n
P,ttesto
bravos" (l)
Mas adelante sigue el
1111smo
n utor:
'·No que–
dó
in1agen a
qLfien
no hiciesen pron1esas, ni santo
~ . quién
no tributasen especial culto, i1np1orando
su patrocinio".
'[2).
S.abemos
que
el Provincial de la
Merced
P.
l\Aarce]o
rv1nñoz
abrió con
e~te
motivo una parte
<le
~u
Con \"'en to para Hospital, donde él
y
sus re·
ligiosos hicieron con los polares en fern1os
1
derro ..
ches
de caridad.
I~l
I). Su a rez estaba en aquel entonces en
el
Converito
del
Cuzco,
en ·donde acababa de ter1ni–
nar
§U
periodo de Co1nendador.
~o
es posible su poner qúe los
~1
erceda ríos en
111edio
de tanta desolación no hayan ricurr1do con
rogativas
y
promesa-s
al
n1ilagroso
Seiíor .
de
Hu~
nea,, cuy.a fap1a, de sus
ú
ltin1~ ~
1:1pa riciones,
se había
extendido,'rápidM.n1ente,
por
todas
parte~.
Al P.
Suarez le había tocado actuar
directa–
n1ente en todos estos
aco11t~cin1ientos
v atiemás
""
'1)
Ana10s
del
Cur.cc. Páf!.
24~.
í
2]
l d.
id.Pág.
~
4.U.
-