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"
•
aquella·s
aln1as.
El
Ministro apostólico no per-
1111
te la adquisición de bienes ten1 porales. Con
San
Pa
hlo a
dedecir
el
niisionero:
a
vosotros
os
busco
·no
lo
q.uees vuestro, por
tnas
que se ha
11en
_destituidos
de
todo
socorro
que
110
será pocas
veces
porque
no
hay
renta alguna
que
los n1a
n–
tenga
y
S<)lo
por
cuenta de Dios correrá
Slt
sns· –
tento~
Estos
y
n1uchos
tnas
trabajos que n1ejor
se c,xperirnentan que · se dicen está expuesto
a ·pa–
sar en aquella Red nccióñ el
n1
i
nistro
l~vangélico,
¡Pe·
ro que él
ichosos traba
jos! ¡Qué
penas
ta
ti
feli–
ces! ¡Qué bíen
vi~tos
serán
de
lJ1os los afortunados
pasos de
los
que evangelizan
la
paz
del
a1n1a
y
el
bien del espíritu! ¡Con qué
cuidado
los
contará
con letra
de
oro
el
Angel de
la Gua rrla
!
¡Qué glo–
ria no
se
le
dará a
Dios en cada al1na que de
la
potestad del
den1onio se quite
y
se vuelva
al
Cria–
dor
que
la
for1nó
pata
que
lo gozase,
que
la
redi-
1nió para darle entrada en su reino!
¡Qué auxilios
divinos derra1nara Dios en
los
que
por
su a111or
padecen!
¡<;on que
alegría
se pasaran aquellos
trabajos!
¡Qué
inuertes tan lleNas de confianza
y
ele
alientos
de la n1isericorflia será la que espere al
~1inistro
del
Señor
que trabajó en sus
aln1a~!
Exor–
tó
a
V. P.
R. pase estos
afane~
con las ren1une–
raciones. Considere por cuyo atnor es
el
traLBjo .
y
hallará serle
por
ganarle
a Dios un aln1a que
tanto' a
n1a
Su i\1
a
gestad
Di vi na.
Qué
gloria
será
la de Nuestra i\1adre Purísin1a viendo que
el
can–
dor de ·
~n
hábito destierra
c011
la luz evangélica
las infernales tinieblas qlle poseen aquellos infeli–
cés corazo11es! Encon1iende V.
f>.
R. a
IJios este
negocio
tan
de su agracio,
y
haga
oración por
la
salud
d<:>l
Apostólico
I)rela<1o
que nos solicita
coodjutores
de
su
Evangélico
e111plt:>o,
estando
n1as inn1ediatos
y
pretendiente
con
sagrada en1n–
lación otras Religiones, que si Su .ll1ajestad qui–
siere servirse <le alguno inspi
i·á
nd ole n·os a visa ría