1.igible, siendo preciso en los Chiriguanas el trato
fuera de que estas
naturale~
descomodidades, no
es posible deje el den1oniu de 1nover otras
111ortifi –
caciones contra los sen1bradores
I~vangélicos
in·
troduciendo zizañas en el campo de la verdad.
Por lo inenos el horror que
cau~a
vivir .entre gen–
te incognita, brava, guerrera
y
sólo do1ninada
del demonio, negada a toda operacion de razón,
no podía dejar de ser granrle ¿Qué sueño habrá
socegado cuando el recelo de que en nocturnas su–
gestiones se tnaquine una revelión contra el
P.
E..
que les da el ser del altna -levan t e en la aprensión
torres de miedo?
¿Qué algazara vulgar en aquel
idioma no . parecerá maquinación sangrienta? A
esto se allega el trabajo de Rprender su lengua
y
enseñarles la española con tnas paciencia
y
amor
que si fueran hijos.
I
este _intento . en unas len -
guas torpes, en unas . pronunciaciones vosa les
que arman e
n unos entendimientos oscur1sín1os,
es uno de los
mayor.esméritos que. en el Misione·
ro se debe ad
n1irar. En sus enfern1edades la asis·
tencia será pu ntualísi111a, la explicación de los
Misterios de nuestra.
fé
continua en los niño s y en
los adultos, vigilan tísitna ganando la aplicacion
de unos
y .
otros con dádivas
y
cariños, sin n1ala
pa13:bra~
ni aspe.reza. Tan, ajustadas a la razón
tendrá las pasiones que aún en los .exteriores mo·
viJnientos, edifique a las gentes que doctrina.
En
adelante [decía el Apóstol a los
Filipen~es]
debe
ser el empleo de nuestros pensa111iéntos, todo ló
honesto, todo Jo santo, todo lo justo, todo lo que
os haga amables, todo lo que es de buena fa1na,
lo virtuoso y digno de alabanza en la regular dis·
ciplina, todo lo cual es necesario en el operario,
ageno [como el 1nis1no Apóstol dice:] de toda so–
licitud que no sea la oración continua, los ince·
san tes.· ruegos a ·Dios para que en su presencia
ap
~rezc.anes_tas peticiones por la conversion de