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y
nombró, en el
prin1er
mon1en co, a1
C,omendador
de
Santa Cruz de la
Sierra,
H..
P. Fray
Francisco
de Aln1anza para
hacerse
cargo
de ella, designan·
do poco después el personal que debía hacerse car–
go de
la
misión en propiedad, como
lo
fueron el
M. R.
P.
Fr~y
Juan Santiago
del Rivero, su her–
mano, en
calidad de Comisario
y
superintendente
de
la
misi6n, secundado por los
Padres
Jo~¿
de
· Ortega,
Miguel
de
la
Borda
y .
de Aliaga, como
1ni..
.
s1oneros.
Muy
interesante nos
parece
da·r a conocer
en
este lugar algunas
de
las con1unicaciones
del Pro·
Yiscial del Rivcro, que retratan
.de cuerpo
entero
]a
entereza
de su
espíritu
qne
19
hace
pasar
a
la
historia con
el
non1bre
de
Gran Misionero.
''I<.ray
Juan
Antonio del
l~ivero,
Maestro en
Sagrada
Teología, Calificador
del
Santo Oficio,
Doctor Teólogo en la Real Universidad de San lg·
nacio,
Examinador Sinodal de1
Obiipado
clel
Cuz·
co, Provincial
de
la Provincia
de la Visitación del
Perú
contenida
en los
tér1ninos
del
Cuzco,
Charcas
y
Santa Cruz de la
Sierra
del Real Orden
de
Reden·
tores de Ntra.
Sra.
de la
Merced
etc.
A todos
los
· Religiosos de
dicha nue5tra
Provincia
a nuestra
obédiencia
sujetos
~alud
en el
Señor.
En estos
tiempos se ha
dignado la
Majestad Divina
de.
to·
. marnos por instrumentos de su
mayor
honra
y
gloria
escogiendo a
nuestros
Religiosos para va·
sos de elección que
11even
el dn1cisimo Non1bre de
Jesús
y
le propinen
néctar
suave a los Infieles Chi·
rihuanas
f)Ue
habitan
cerca de Ja
ciudad
de
Santa
Cruz de ]a Sierra. Días ha que
el P.
Comendador
de
aquel CGnvento
y
de
personas
devotas eramos .
persuadidos a remitir operarios
aquella
Viña del
Señor por manifestar
Jos infieles
del pueblo de Po–
rongo
gran
afecto
a nosotros
y
devoción a
nues–
tro hábito
desde que un
cacique
de
aquel
pueblo
fué ganado del
agasajo
del P.
I>resentado
Fray