CU CO
m
TORIOO
Ci.1'*C
,
en
~·
to a su cc pc1on
dE!t
undo.
por
tin
T"'
Jimno
i.ngenuo
y
par.a..
el
cual
to
o
lo
Que testimo
niah
1os
~tido.s
e6
evidente. Porque
pa.ra.1a. umirada"
del lndio.
:r
no
~
del
ind10.
ino de cua.lQuier hom–
bre
que
se en.frenta. oon
est&
ti~rra
plasmadora. ..,,.
ba1·b:i–
ra de
las
entradas de los Andes.
la.
perspectiva.
del
muu–
dO
es
realid&d
empinca.
~tim.ulo
sensoriaJ. idea obje"'
Uva
y hast.a.
d.lrlase
~tll,
que conoeptu6
trascendente,
en
el
mundo
de
los valores como en el inscripU> den–
tn>
del espacio geogri.fioo. A:ta.huallpa decia
al
padre
Valverde, en aqueJ hist6rioo encuentro de
Cajamarca,
que
mlentras
el
<llos que le
J)redicaba
era. invisible, el
801,
di06
de
America,
~baa
18
VlSta, ref1ejandose
mag–
ni:fieo sobre el
ca.tnpo.
Y si mas
all8.
<i'el
pa.1saje
ob.le–
ttvo existen fuerza6 morales,
enticlades
rnii:;terlosas, co
mo Wirakoclfa.,
Pachacamak.
Mam.apacha..
etce~ra
para
com~nderlas
han
de
ser
reducidas
ll
e~riencia..
a.
tiCW"a
.mhopomorfica:
a.<>i
iiea grotescatk1enl:.ae
.Plasm
da.".
EL 1. D 0
E IG
o._
111.
apego
a
ta
rea.lidad,
a.
10&
da.t.osque sus sentidos
Je
proporcionan, es caracterlstica. que el
indJo
exhibe
en
mis
creenci&s religiosas, como en parte
apreciabili·
snne.
de su arle.
Su mundo re1igioso es
hoy
extra.iia
fuirtion de
la
eteencia.s de
SUS
mayores
y
las
que le
impUSO
la
conquista
espa.:dola
(1imina 48)
por
los
misioneroo, que
comple~.ron
la
obra.
de
los
guerreros.
Hoy,
oomo haee mil afios, cree en sus anlm.ales sa–
srados, cenitores
de
au
"qllu",
padres
de su pr<>g> nie.
a n
oomo
cl
pum _
tigtilla
tie
1
Anft
· ondor.
y
les ftnd_
leite.5ia .
OOmo h
profun& re' rei la por
las
a1tQ.5 fl:}ros
ancimos
Apu. . p0r
la
f\te.rites,
las canad . lot; 1 ga
!':
q
µor conytil.t;iones suffidas J'.J(>r
l
CMt.r
te
tt ,
Of
ro tro inquiet.ante;
por
.sus a.paehetas,
~n
la
que
anti–
guamente
adoraba
a sus idolos,
po:r
las tumb {hua–
cas) de sus maYotes. A esos
~
d nalura.leza
l
da
preemli1encia,
vuelc&
en ellos su propio pequefio
mundo interior.
Ies
imprlltle poder sufitiente
pa.1·a.
apo–
C1erarse
de
su
destino. Por
otro
la.do,su
lgnorancia lo
haoe
terriblemente supersticioso,
y
ha.
cteado en su
n-0
1a
extrafla. .floracton
de
"la.lkas''
Y
curandero& que
por ensaJ.mo.s
y
e!f(:tra.f'Uls
pnictiea.s a.uyt¥l'ltafi
al
~pfritu
inaJo,
al
temtdo ''stipay".
a.
la.
ettfenne~d pell~.
devuclven
al
sujeto
la
pa.z
a1tarada.
por a}3una
ag~sion del
meciio.
con
res~to
a la tell«!6n cat6liea. comb
ESPana
13
biipuso
0011
mis
te
·im
$1
fl\le pusiera en
la.
oonqUi..u
tie
los
innllftrefables
bleiies
ma.teriales
que
~ o~reclera
fiJ
Peru, testUta.
que
no
hay
pueblo
de
la
Sierra. penia.n ,
ttor pequefio
que
sea, qtie
no tuent.e con
un.a.
i~lesia
y
un
cura
Cltmina.
4:9); e
ig1esa y
cur&,
jllhtos, da.n
la.
t6'r
ntca de
Ia
Vida
irtdirena.
t>entro del
temPIO cristiatib, el
iftdi6
pone todo
S'll
fervor
en
las
lrnagenes
de
v~nes
y
sa.ntoo,
princl–
palm.ente
del
pa.tr611 o
la
pa.trona.
de
su
pueblo.
1!'!11
sUt
oraci~
les
habla como a seres ai:ilirUldos: no
1~
con·
cibe en otra forma;
y
las mistnas itn&genes
heebas
por
tnd•ios o mestizos, en sus rasgos .tisonomioos y h&.')ta, en
el color de la piel sombreada por el humo die
106
4Vtios,