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Rodríguez Beltrán
y
Pedro Lorique
(op.)
t, IV, pág.
338). Los hombres de armas eran sólo
18,
pues lo l -
más fueron IleYados por Abren para su expe 1ición.
Cerca de Santiago se encontraba acampado éste con
sus tropas, cuando llegó el pedido de socorro para
Sa.n Miguel. Envió entonces Abren 30 hombres al
mando de Hernán Mejía Miraval, con lo cual se sal–
vó San :Miguel de ser abandonada por sus pocos
vecinos, a duras penas
c01~tenidos
por Gaspar ele
Medina (68) ...
5.
· Fin del gobierno de Abreii.
-
Partió al fin
Abreu, en busca de la legendaria
ciiidad de los Césa–
res)
a donde, como es lógico, no llegó jamás. Re-gre–
só, pues, con las manos vacías.
De nuevo en . Santiago, dictó unas ordenanzas
para el gobierno
y
administra.ción de los indios, q_ue
fueron un desatre (año de
1579),
y
que hubieron de
ser, en seguida, derogadas (69).
HERN.ANDO DE LERMA
l.
Prisión
y
miierte de Abreii.
-
Por cédula real
expedid·a el
13
de noviembre de
1577,
designó Feli–
pe II sucesor de Abreu en la
gob~rñación
de Tucn–
mán a Hernando de Lerma.. Entró éste en Santiago
del Estero a
16
de junio de
1580;
prendió a Gonzai·
lo
de Abren y lo encerró - con grillos - en una
prisión donde lo tuvo durante 8 meses; y, por últi·