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cia y cris.tiandad' - al decir de Lozano, - pero él
declinó tanto honor... La designación de Carrizo fué
en
diciembre
de 1570
(op.)
t.
IV, pág. 246).
2.
JJ1uerte de Juan Gregorio Bazán.
-
Hacia
esta
época ocurrió
la
muerte
del
noble caballero Don
Juan Gregorio Bazánr a manos de los indios. Suce–
dió que Bazán había i<lo a I.iima a encontrarse con
su familia que acababa de llegar
ele
España; ésta
se
componía de su esposa Doña Oata.lina
de
Placencia,
su bija Doña María, casada con Diego Gómez <le Pe–
clraza, y sus nietos Juan Gregorio Bazán y Esteban
de Pedraza...
Fuera de éstos, lo acompañaban a la vuelta algu–
nos vecinos
de
Tucumán, que regresaban
del Perú,
como ser Juan González, Manuel de Acuña, Pedro
Gómez de Balbuena, Pedro Giménez, Sancho de
Castro
y
otros (Lozaino,
op.)
t.
IV,
pág.
247).
Vol–
viendo, pues, al llegar a Siancas, 'en una estrechura
que llamaban el Maíz Gordo', probablemente al sur
de
la Quebrada de Humahuaca, prepararon los
in–
dios su eroboscada. Cuando se dió cuenta de ella,
mandó Bazán apartarse por otro camino a las muje–
res y niños, y él con su yerno y sns amigos hizo fren-
'l
.
te a los agresores. En la refriega murieron peleando
vá.lerosamente Juan Gregorio Bazán y Diego Gómez
de
Pedraza, su yerno. Los demás , aunque b erilos,
se salvaron. Los atacantes que, según Lozano, eran
'homaguacas y puquiles ', se quedaron con un rico
bo~ín,
pues
«
de solo Bazán se sabe traía treinta ca-